En medio de la escalada de tensiones comerciales entre China y la Unión Europea, los proveedores de carne de cerdo de regiones como Sudamérica y Estados Unidos podrían ver aumentada su cuota de mercado en el mercado chino. El Ministerio de Comercio chino inició el lunes una investigación antidumping sobre la carne de cerdo europea y sus subproductos. La investigación es una respuesta directa a la imposición por parte de la UE de aranceles antisubvenciones a los coches eléctricos fabricados en China.
Aunque el impacto total en las exportaciones de la Unión Europea puede tardar en manifestarse, ya que la investigación podría durar más de un año, los proveedores alternativos están preparados para cubrir cualquier posible vacío. Según Pan Chenjun, analista senior de Rabobank en Hong Kong, países como Brasil, Argentina y Estados Unidos están bien posicionados para aumentar sus exportaciones de carne y despojos de cerdo a China en caso de que las importaciones europeas sufran restricciones. La posibilidad de un impuesto antidumping podría acelerar aún más esta transición.
Sin embargo, la carne de cerdo estadounidense está sujeta actualmente a un derecho de represalia del 25% por parte de China, como consecuencia de anteriores aranceles sobre el acero y el aluminio. Esto ha provocado cierta incertidumbre sobre el posicionamiento competitivo de la carne de cerdo estadounidense en relación con sus homólogos europeos. Joe Schuele, vicepresidente de comunicaciones de la Federación de Exportadores de Carne de EE.UU. (USMEF), reconoce esta incertidumbre, pero también señala posibles oportunidades para las variedades de carne de cerdo de EE.UU. en China.
Smithfield Foods, filial de WH Group Ltd, que cotiza en Hong Kong, es una de las empresas estadounidenses que ya ha experimentado el impacto de los aranceles chinos sobre la carne de cerdo estadounidense. El portavoz Jim Monroe expresó que el alivio de estos aranceles sería bienvenido.
La imposición de derechos antidumping podría afectar especialmente a Europa, ya que las importaciones chinas procedentes de la región suelen incluir partes de la carne de cerdo menos consumidas por los humanos en Europa, como patas, orejas y despojos, que suelen utilizarse en la alimentación de mascotas. A pesar de ello, Pan Chenjun cree que cualquier restricción a las importaciones de la UE tendría un efecto limitado en el mercado local chino, dado que las importaciones de carne y despojos de cerdo sólo representan el 5% del consumo total del país.
China, como principal consumidor y productor mundial de carne de cerdo, importó carne y despojos de cerdo por valor de 6.000 millones de dólares en 2023, según datos de aduanas. El país ha experimentado recientemente una reducción del exceso de oferta interna de carne de cerdo, tras un periodo de reducción del sacrificio de cerdos para reforzar el mercado.
Brasil, que ya es un importante socio comercial agrícola de China, se considera muy competitivo en materia de precios y podría ampliar fácilmente su cuota de mercado en caso de interrupciones comerciales de la UE. Del mismo modo, Rusia, que empezó a exportar carne de cerdo a China en febrero, ambiciona hacerse con una parte significativa de las importaciones chinas de carne de cerdo en los próximos años. Sergey Dankvert, jefe del organismo de control agrícola ruso Rosselkhoznadzor, indicó que Rusia podría exportar hasta 100.000 toneladas de carne de cerdo a China en 2024. Además, Viktor Linnik, jefe de Miratorg, uno de los principales proveedores de carne de cerdo de Rusia, declaró que la empresa está dispuesta a suministrar unas 40.000 toneladas de carne de cerdo a China para finales de año.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.