Los participantes en el mercado anticipan cada vez más que la Reserva Federal bajará los tipos de interés en septiembre, y se intensifican las expectativas de un recorte adicional en diciembre. Este cambio de opinión se produce tras la publicación de un informe gubernamental que indica que una medida clave de la inflación estadounidense, el índice de gastos de consumo personal, no registró ningún aumento de abril a mayo.
Los contratos de futuros vinculados a los tipos de interés de la Reserva Federal reflejaron este cambio de perspectivas, y la probabilidad de un recorte de los tipos en la reunión de septiembre se sitúa ahora en torno al 68%, lo que supone un notable aumento con respecto al 64% anterior.
El ajuste de las expectativas coincide con el debilitamiento de los datos de inflación, que la Reserva Federal sigue de cerca cuando estudia ajustes de su política monetaria. La ausencia de crecimiento en el índice de gastos de consumo personal de abril a mayo ha sido un factor crítico para los operadores, influyendo en sus apuestas sobre el próximo movimiento del banco central.
Mientras el mercado digiere esta información, todas las miradas estarán puestas en las próximas reuniones de la Reserva Federal, en las que inversores y analistas tratarán de calibrar el posible calendario y la magnitud de cualquier cambio de política. Las decisiones del banco central son fundamentales para configurar el panorama económico, ya que influyen en todos los ámbitos, desde el gasto de los consumidores hasta la inversión empresarial.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.