El Banco Central Europeo (BCE) observa signos de disminución de la presión salarial, según su Economista Jefe, Philip Lane. Durante una conferencia pronunciada el jueves en Nápoles, Lane declaró que tanto el rastreador de salarios del BCE como la información recibida de las empresas indican que se espera que la tendencia de los aumentos salariales se normalice en los próximos años. Se prevé que esta evolución contribuya a reducir las tasas de inflación.
Lane explicó que el enfriamiento de las presiones salariales es un factor clave para que el BCE prevea una disminución de la inflación. Señaló que 2024 será probablemente el último año con subidas salariales significativas, al que seguirán incrementos más típicos. Se prevé que este cambio ayude al BCE a alcanzar su objetivo de inflación del 2% para el próximo año.
Las empresas encuestadas por el BCE también prevén una desaceleración sustancial del crecimiento salarial, en consonancia con los objetivos del banco central. Lane destacó que, mientras que el año pasado las empresas se preparaban para aumentos salariales del orden del cinco al seis por ciento, ahora están ajustando sus expectativas a aproximadamente el tres o el cuatro por ciento. Este ajuste de las previsiones de crecimiento salarial supone un cambio significativo respecto a las perspectivas del año anterior.
Las observaciones del BCE y los comentarios de las empresas sugieren una dirección positiva hacia la estabilización de la inflación, que ha sido una preocupación crítica para la economía. Al alinearse las expectativas de crecimiento salarial con el objetivo del banco central, es probable que el BCE siga vigilando de cerca estas tendencias para garantizar que las tasas de inflación vuelvan a los niveles deseados.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.