En un cambio de política estratégica, Filipinas ha adoptado una postura más firme en el conflicto del Mar de China Meridional, desafiando las reivindicaciones marítimas de China mediante una mayor transparencia y aprovechando su alianza militar con Estados Unidos. Este movimiento fue catalizado por la decisión, en febrero de 2023, de publicar fotografías de un láser de grado militar dirigido por China a un barco filipino, según relató el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Jonathan Malaya.
La campaña de transparencia, dirigida por el Presidente Ferdinand Marcos Jr, pretende conseguir apoyo internacional documentando los encuentros con las fuerzas chinas e incorporando periodistas extranjeros a las misiones de los guardacostas. Los esfuerzos de Filipinas han incluido la publicación de imágenes que muestran acciones agresivas por parte de buques chinos, como el uso de cañones de agua contra barcos filipinos.
La intensificación de estas disputas ha estado marcada por incidentes cerca de Scarborough Shoal y Second Thomas Shoal, donde la marina filipina mantiene una presencia en el BRP Sierra Madre varado. Los enfrentamientos recientes se han intensificado, y la Guardia Costera filipina ha informado de un aumento del número de buques chinos, de una media de uno en 2021 a aproximadamente 14 en 2023, según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
El conflicto ha atraído la atención internacional, con declaraciones de apoyo a Filipinas por parte de varios países y un renovado acuerdo de defensa con Estados Unidos, que concede acceso a bases militares adicionales en Filipinas. Esto ha aumentado la preocupación por la posible implicación de Estados Unidos en virtud del tratado de defensa mutua en caso de que la situación se agrave.
Aunque Filipinas ha obtenido apoyo diplomático, sigue recelando de las posibles represalias económicas de China, su segundo mayor mercado de exportación en 2023. El reciente enfoque político también corre el riesgo de provocar que China adopte un "enfoque más duro", según el politólogo Edcel John Ibarra. No obstante, el embajador filipino en Washington, José Manuel Romualdez, expresó su esperanza de mantener las relaciones económicas junto con los esfuerzos por resolver la disputa de forma pacífica.
Esta postura asertiva de Filipinas ha sorprendido a los países vecinos con disputas marítimas similares, señalando un posible nuevo enfoque para manejar las tensiones con Pekín. La situación sigue siendo un delicado acto de equilibrismo, en el que Filipinas trata de afirmar su soberanía evitando al mismo tiempo una escalada que desemboque en hostilidades abiertas.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.