En el campamento Vivekananda de Nueva Delhi, una barriada cercana a la embajada de Estados Unidos, la escasez de agua es una lucha cotidiana, con grifos comunales que proporcionan agua salobre limitada y camiones cisterna que entregan sólo un cubo más por persona para uso esencial. Esta situación se repite en varias regiones de la India, desde el árido estado de Rajastán hasta las zonas rurales cercanas a Bombay, donde el acceso al agua está muy restringido.
El centro tecnológico de la India, Bengaluru, con 14 millones de habitantes, ha sufrido este año una importante escasez de agua, lo que le ha obligado a depender del suministro de camiones cisterna. Residentes como Sampa Rai han tenido que racionar el agua meticulosamente, a menudo sin lavar el suelo ni los platos durante días.
La frecuencia de las crisis hídricas en la India ha aumentado, agravada por uno de los veranos más calurosos jamás registrados, el agotamiento de ríos y lagos y el descenso de la capa freática. Esta escasez está perturbando la agricultura y la industria, disparando la inflación de los alimentos y haciendo surgir el espectro del malestar social. Los datos del gobierno indican que los problemas relacionados con el agua causan unas 200.000 muertes al año en India.
Moody's emitió una advertencia la semana pasada, afirmando que la creciente escasez de agua en India podría obstaculizar su crecimiento previsto del 7,2% para el ejercicio fiscal abril-marzo, el más alto entre las principales economías. La agencia destacó el potencial de perturbaciones agrícolas e industriales, inflación y malestar social debido a la escasez de agua.
En respuesta, India se propone aumentar el reciclado de aguas residuales hasta el 70% para finales de la década, según se recoge en un documento de política federal del 21 de octubre de 2023. Krishna S. Vatsa, alto funcionario de la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres, confirmó estos objetivos, que incluyen la reducción de la extracción de agua dulce a menos del 50% para 2030 desde el 66% actual, la tasa más alta del mundo.
Además, este año se pondrá en marcha un programa nacional a nivel de aldea para asesorar a los agricultores sobre la selección de cultivos en función de la disponibilidad local de agua. El Primer Ministro Narendra Modi ha ordenado la construcción o rehabilitación de al menos 75 lagos en cada uno de los 785 distritos del país, con obras en más de 83.000 lagos ya iniciadas o terminadas.
El ambicioso programa del gobierno, lanzado en 2019 con un presupuesto de casi 50.000 millones de dólares, pretende suministrar agua corriente a todos los hogares rurales. Aunque, según los informes, el 77% de más de 193 millones de familias están cubiertas, no todas las tuberías funcionan, lo que pone de relieve la urgencia de los esfuerzos de conservación del agua.
La dependencia de la India del monzón anual, que representa la mayor parte de su suministro de agua para 1.420 millones de personas y su economía mayoritariamente rural, se ve amenazada por las duras condiciones meteorológicas y la rápida urbanización. Con una previsión de disminución de la disponibilidad de agua per cápita, India sufre "estrés hídrico" desde 2011.
Las empresas privadas también están tomando medidas. En Nagpur, el Grupo Vishvaraj construyó en 2020 una planta de 100 millones de dólares que trata las aguas residuales y suministra agua tratada a las centrales eléctricas. Tata Steel y JSW Steel están trabajando para reducir su consumo de agua dulce.
La administración Modi está ampliando la capacidad de tratamiento de aguas residuales para impulsar las tasas de reciclaje, con una inversión de 36.000 millones de dólares prevista entre 2021 y 2026 para la distribución equitativa del agua y la cartografía de las masas de agua.
La agricultura sigue siendo un ámbito crítico para la conservación del agua, ya que prácticas tradicionales como el riego por inundación provocan una extracción excesiva de aguas subterráneas. El próximo programa rural nacional del gobierno se centrará en la presupuestación del agua para cada pueblo, determinando la asignación de agua para diversos usos con el fin de garantizar la sostenibilidad.
Los esfuerzos para abordar la crisis del agua se producen en un momento en que India se enfrenta al reto de equilibrar las necesidades de un poderoso bloque de votantes -los agricultores- con el imperativo de conservar los recursos hídricos ante el descenso de las capas freáticas y la posibilidad de que se produzcan averías en las perforaciones.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.