En un reciente diálogo con funcionarios chinos, el Ministro de Economía alemán, Robert Habeck, aclaró que los aranceles propuestos por la Unión Europea a los productos chinos no pretenden ser una medida punitiva. Durante su visita de hoy a Pekín, Habeck, el primer alto funcionario europeo que visita el país desde que la UE propuso aranceles sustanciales a las importaciones de vehículos eléctricos (VE) fabricados en China, hizo hincapié en el objetivo de establecer normas comunes de acceso al mercado.
La medida de la UE de introducir derechos provisionales antes del 4 de julio se debe a la preocupación por las excesivas subvenciones concedidas a las empresas chinas, que la Comisión Europea lleva investigando nueve meses. Habeck declaró que los aranceles propuestos pretenden compensar las ventajas concedidas a las empresas chinas por Pekín, más que castigarlas. La investigación de la UE continuará hasta el 2 de noviembre, con la posible imposición de derechos definitivos durante un periodo típico de cinco años.
En respuesta a la postura de la UE, Zheng Shanjie, Presidente de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma china, aseguró que China protegería a sus empresas. El diálogo entre Habeck y Zheng también abordó el contexto más amplio de la cooperación climática. Ambas naciones, reconocidas como potencias industriales, comparten la responsabilidad de combatir el calentamiento global. Así lo subraya el memorando de entendimiento firmado el pasado mes de junio, centrado en la cooperación para una transición ecológica y la prevención del calentamiento global por encima de 1,5 grados centígrados sobre los niveles preindustriales.
Se destacaron los importantes avances de China en energías renovables, con la instalación de casi 350 gigavatios de nueva capacidad renovable en 2023, más de la mitad del total mundial. A pesar de ello, el carbón sigue siendo la fuente dominante de electricidad en China, representando casi el 60% de su suministro eléctrico el año pasado. Habeck señaló la importancia de considerar las emisiones globales de CO2, no sólo la expansión de las renovables.
El diálogo sobre clima y transformación sirve de plataforma para que ambos países discutan y negocien las implicaciones del informe de la UE sobre tarifas y exploren vías para profundizar la cooperación en la transición verde. Habeck instó a tomarse en serio el informe y utilizarlo como base para unas conversaciones constructivas. Los debates en curso reflejan la compleja interacción entre las políticas comerciales y los compromisos medioambientales a medida que las principales economías se enfrentan a los retos del desarrollo sostenible.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.