En lo que parece ser un cambio político significativo, el Partido Laborista del Reino Unido, dirigido por Keir Starmer, va camino de asegurarse una mayoría sustancial en las elecciones parlamentarias, según un sondeo a pie de urna publicado hoy. Se prevé que el Partido Conservador, liderado por Rishi Sunak, sufra pérdidas récord.
El sondeo a pie de urna sugiere que los laboristas podrían obtener 410 de los 650 escaños de la Cámara de los Comunes, lo que les daría una mayoría de 170 escaños. Este resultado marcaría el final de un periodo de 14 años de gobierno conservador. Según las previsiones, los conservadores sólo obtendrían 131 escaños, lo que supondría un fuerte descenso respecto a los 346 que tenían cuando se disolvió el Parlamento.
El coordinador de la campaña laborista, Pat McFadden, declaró: "El futuro de Gran Bretaña estaba en juego en estas elecciones. Y, si tenemos éxito esta noche, los laboristas nos pondremos a trabajar inmediatamente con nuestras primeras medidas para el cambio."
Se espera que los liberal-demócratas obtengan 61 escaños, mientras que el Reform UK de Nigel Farage obtendría 13, un resultado que supera las expectativas iniciales. Este desplazamiento de los votantes hacia el centro-izquierda contrasta con los recientes avances de la extrema derecha en Francia.
También se prevé un retroceso del Partido Nacional Escocés (SNP), con una victoria esperada de sólo 10 escaños, lo que supondría su peor resultado desde 2010. El SNP se ha enfrentado a retos como cambios de liderazgo, una investigación policial sobre sus finanzas y desacuerdos políticos internos.
Estas elecciones fueron convocadas por Sunak en mayo, antes de lo requerido, a pesar de que los conservadores iban por detrás de los laboristas en unos 20 puntos en los sondeos de opinión. La campaña se enfrentó a numerosos contratiempos, como un escándalo de apuestas en el que se vieron implicados candidatos conservadores y críticas a la decisión de Sunak de abandonar los actos del Día D para acudir a una entrevista televisiva.
El resurgimiento de los laboristas representa un giro notable respecto a hace sólo tres años, cuando el partido sufrió una importante derrota al perder un escaño parlamentario frente a los conservadores. Los escándalos durante el mandato de Boris Johnson, incluidas las fiestas de cierre en Downing Street, y el breve y tumultuoso mandato de Liz Truss, contribuyeron al descenso del apoyo del Partido Conservador.
A pesar de la falta de entusiasmo abrumador por Starmer, su mensaje en favor del cambio parece haber resonado entre los votantes, aunque los resultados previstos se quedan ligeramente por debajo de la victoria récord de los laboristas bajo Tony Blair en 1997. Se espera que los resultados oficiales de las elecciones se anuncien en las próximas horas.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.