Investing.com - La primera rueda de prensa concedida por Donald Trump tras su victoria en las pasadas elecciones a la Presidencia de Estados Unidos ha sido todo un jarro de agua fría para el dólar.
Además del tono utilizado, al mercado le sentó especialmente mal la ausencia de alusión alguna a sus intenciones en materia de política económica y fiscal. Por el contrario, el presidente entrante no dudó en hacer frente a todo tipo de preguntas, incluido el delicado asunto del hipotético hackeo ruso durante la campaña electoral para favorecer al candidato republicano en detrimento de su gran rival, Hillary Clinton.
Por supuesto, Trump negó estas acusaciones, las cuales tildó de “falsas noticias” y “embustes”.
De este modo, el magnate norteamericano decepcionó a los inversores que esperaban que el nuevo inquilino de la Casa Blanca comenzase a perfilar sus planes para relanzar la economía a través de un mayor gasto público y una reforma fiscal.
Los alcistas, que aguardan pistas sobre el futuro económico para lanzarse a comprar dólares, vieron como las órdenes de venta se acumulaban en el mercado, llevando al billete verde a mínimos de un mes y lejos ya de los máximos de 14 años visitados recientemente.
Mientras tanto, en el mercado bursátil, el sector biotecnológico cedía terreno con fuerza después de que el presidente electo lanzase un aviso a navegantes: el precio de los medicamentos le parece muy elevado. Al igual que sucediese semanas atrás con los fabricantes de automóviles, parece que ahora le toca al sector farmacéutico acaparar la atención de Trump.
Como cada acción tiene su reacción, la misma incertidumbre que ha hecho salir al dinero del dólar lo ha conducido inmediatamente a activos refugio como el oro, que vuelve a escalar por encima de los 1.200 dólares por onza por primera vez desde noviembre; o la renta fija, con la rentabilidad del bono estadounidense a diez años desplazándose a la baja.
Sea positivo o negativo para los inversores, por encima de todo, la conclusión final es que Donald Trump sigue siendo el gran centro de atención y cualquier cosa que dice o tuitea es escuchada con minuciosidad por el mercado.
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