Shein, el gigante chino del comercio electrónico conocido por su ropa económica, se prepara para la nueva normativa de la UE, que intensificará el control de los derechos de propiedad intelectual. Con una oferta pública inicial (OPI) en Londres en el horizonte, la empresa se enfrenta al reto de adherirse a la Ley de Servicios Digitales de la UE, que entrará en vigor a finales de agosto. Esta ley obliga a las plataformas en línea como Shein a impedir proactivamente los anuncios que puedan infringir los derechos de propiedad intelectual, lo que afectará a sus 108 millones de usuarios activos mensuales en la región.
La empresa ha estado en el centro de más de 90 demandas, según documentos estadounidenses, por acusaciones de plagio de diseños. Además, dieciséis fiscales generales de EE.UU. han expresado su preocupación en una carta enviada en agosto a la Comisión del Mercado de Valores, en la que destacan el enfoque poco claro de Shein en materia de propiedad intelectual y derechos de autor, y piden auditorías independientes antes de la oferta pública de la empresa.
El modelo de negocio de Shein se basa en una red de más de 5.400 proveedores radicados principalmente en Guangzhou (China). Estos proveedores son conocidos por su disposición a producir pequeños pedidos iniciales que pueden ampliarse en función de la demanda del producto. Peter Pernot-Day, responsable de asuntos estratégicos y corporativos de Shein en Norteamérica y Europa, destacó el jueves en una conferencia sobre comercio electrónico la rapidez del diseño y la agilidad de los procesos de fabricación de la empresa, que, en su opinión, dan a Shein una ventaja competitiva.
En el proceso de diseño de la empresa intervienen personal interno, artistas externos y proveedores de todo el mundo. Shein emplea entre 200 y 250 diseñadores internos para cada categoría de producto, que cargan sus diseños en un sistema de gestión comercial. Este sistema coordina con los proveedores la asignación de materiales y tejidos para la producción.
Scott Burroughs, un abogado que ha demandado repetidamente a Shein por infracción, señaló el gran número de estilos infractores comercializados y vendidos por Shein a lo largo de los años. Shein, sin embargo, niega cualquier plagio, afirmando que sus proveedores y vendedores terceros están obligados a confirmar que su mercancía no viola los derechos de propiedad intelectual de ninguna otra marca.
En su defensa, Shein ha expresado su compromiso de cumplir con las nuevas regulaciones de la UE y ha estado utilizando inteligencia artificial desde 2020 para detectar posibles infracciones en las publicaciones de productos. La compañía informó de una disminución significativa en las reclamaciones por infracción de 2021 a 2023. El portavoz de Shein detalló cómo su tecnología de IA compara imágenes de nuevos productos con una biblioteca propia de productos y elementos prohibidos, aunque no se revelaron detalles sobre las bases de datos utilizadas.
La empresa emplea un proceso de detección en dos partes para identificar las falsificaciones, que incluye comprobaciones manuales y digitales por moderadores humanos de logotipos, símbolos de marcas registradas y nombres de marcas. A pesar de estas medidas, algunos productos han pasado desapercibidos, como ocurrió en una vista judicial de 2021 en un litigio con el fabricante de trajes de baño HVN, en el que el proceso de detección de infracciones de Shein no identificó los artículos que llevaban la marca denominativa HVN.
A medida que Shein se prepara para su salida a bolsa y la aplicación de la Ley de Servicios Digitales de la UE, la empresa se ve presionada para mejorar sus mecanismos de cumplimiento y garantizar que su vasto inventario permanezca libre de infracciones de la propiedad intelectual.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.