Por Carlos R. Cózar
Investing.com - Se ha convertido en uno de los protagonistas de la guerra comercial. Donald Trump tensó la cuerda con el veto a Huawei. De hecho, desde Pekín se dijo en la tarde del jueves que Estados Unidos está “acosando la economía” del país.
Ante los ataques constantes de Estados Unidos, China busca las fórmulas para defenderse y ha encontrado un arma que puede provocar dolores de cabeza a Donald Trump. Y muy fuertes. El gigante asiático produce el 90% de tierras raras del planeta, un conjunto de 17 metales esenciales en la fabricación de productos tecnológicos punteros, como los teléfonos inteligentes, las pantallas de plasma o los coches eléctricos. Y quiere cerrar el grifo.
Una de las cosas a tener en cuenta es que, a pesar de llamarse tierras raras, no lo son. Sus sustancias, como hemos mencionado anteriormente, se encuentran en la mayor parte de los dispositivos electrónicos que manejamos día a día.
China gana la batalla
A día de hoy, China tiene la sartén por el mango en esta batalla. El país asiático controla el 83% de la producción mundial y además, según el informe de la ONU, el 55% del subsuelo de China contiene reservas de minerales.
Este tipo de extracciones se desarrollan a cielo abierto y en Europa apenas se han encontrado tierras con este tipo de materiales. Tan sólo Suecia posee una mina de algún material, que actualmente opera después de varias restricciones. Lo mismo ocurre en Estados Unidos.
Es por eso que Donald Trump y las tecnológicas estadounidenses dependen tanto de China. Por ejemplo, cuatro de cada cinco toneladas que utiliza Estados Unidos de este tipo de materiales provienen de China.
China, por tanto, se sabe fuerte. "Las tierras raras son un importante recurso estratégico", aseguró Xi Jinping. "Solo en el caso en que poseamos una tecnología independiente, podremos ser invencibles", añadió el presidente chino.
La amenaza de cerrar el grifo a Estados Unidos no es nueva, ni mucho menos. China ya hizo algo similar en 2011. El país asiático puso impuso límites comerciales, incluidos cuotas y aranceles, a las exportaciones de tierras raras. Dichas restricciones se dieron por finalizadas en 2015 tras un fallo de a Organización Mundial de Comercio que decía que violaba las normas comerciales.
Un embargo de las tierras raras “afectaría a un determinado número de industrias estratégicas” en Estados Unidos, como la robótica, la informática, la aeronáutica o los láseres medicales, explica el analista David Lennox del gabinete Fat Prophets.
Aunque el impacto no sería “inmediato”, tendría repercusiones ya que “no hay un verdadero sustituto de las tierras raras”, explica a AFP.
“China no quiere entrar directamente en conflicto con Estados Unidos”, pero las tierras raras sirven para “meter presión psicológica”, afirma el analista político Chen Daoyin, desde Shanghái.
Un subidón en Bolsa
Tras este conflicto, las compañías que se dedican a la extracción de minerales raros se ha disparado. Por ejemplo, los títulos de e Jl Mag Rare-Earth Co Ltd Class A (SZ:300748) aumentaron un 10% tras el mensaje de firmeza del presidente chino.
Además los títulos de Innuovo Technlology, fabricante de productos y materiales magnéticos subieron alrededor del 9%, su nivel más alto de octubre de dos años y China Rare Earth Holdings Ltd (HK:0769) se disparó más de un 80% el pasado lunes.
En un lugar de La Mancha...
Mientras China y Estados Unidos siguen inmersos en su lucha, en España existe un lugar donde hay gran cantidad de monacita, uno de los minerales raros. En pleno corazón de Ciudad Real dormitan cientos de toneladas de este material. Una multinacional vio negocio e intentó abrir el yacimiento para comenzar las extracciones.
La comarca, que vive mayoritariamente de la agricultura y el vino, se dividió en dos. Por un lado, las personas que veían una buena oportunidad de negocio y por el otro aquella población que veía en peligro toda su fuente de negocios.
Tras muchos años de lucha, la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha frenó la extracción y, de momento, las tierras raras permanecen en pleno corazón de la tierra del Quijote.