Los líderes del Grupo de los Siete (G7) están debatiendo nuevas medidas para crear un entorno comercial más equilibrado con China, con el fin de salvaguardar sus intereses económicos. Un alto funcionario estadounidense indicó el viernes que se espera una postura firme y unificada entre los miembros del G7 contra las políticas económicas estatales de China.
El funcionario destacó los retos que plantea el comportamiento económico de China, afirmando que el país ha incurrido en prácticas desleales y contrarias a la competencia. Estados Unidos ha señalado que las políticas de China, incluidas diversas subvenciones, han provocado repercusiones globales como el exceso de capacidad de producción. Este exceso de capacidad ha perjudicado a empresas de otros países y ha provocado la dependencia de las cadenas de suministro chinas en sectores críticos como las energías renovables, los vehículos eléctricos y los equipos médicos.
Para contrarrestar estos problemas, los países del G7, que incluyen a Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Alemania, Francia, Italia, Japón y la Unión Europea, se están centrando en fomentar cadenas de suministro diversificadas y en reforzar la resistencia económica.
Estados Unidos y la Unión Europea han respondido anteriormente imponiendo aranceles más elevados a determinados productos, como los vehículos eléctricos. Los detalles sobre las medidas adicionales que podría considerar el G7 no estaban claros de inmediato.
El funcionario estadounidense subrayó que el objetivo no es obstaculizar el crecimiento económico de China, sino garantizar una competencia leal y proteger a los trabajadores estadounidenses de los efectos adversos de las prácticas comerciales chinas. Se espera que el frente unido del G7 aborde estas cuestiones y colabore en respuestas eficaces.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.