Ciudad de México, 28 abr (.).- La economía relacionada con el turismo en México descendió un 0,2 % anual en el cuarto trimestre de 2023 debido especialmente a una caída en los servicios, aunque con un leve incremento en el consumo, informó este lunes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La bajada del indicador, que el Inegi llama Producto Interno Bruto (PIB) turístico, es resultado de la caída interanual del -1,1 % en el rubro de servicios turísticos, acompañado de un aumento del 3,8 % en los bienes, detalló el instituto autónomo de acuerdo con cifras originales.
Además, el indicador de consumo turístico creció apenas un 0,2 % de octubre a diciembre, por un aumento del 8,2 % en el consumo receptivo, de extranjeros, en contraste con un descenso del -1 % en el consumo interno.
Por otro lado, los indicadores trimestrales de la actividad turística (ITAT) del Inegi revelan un incremento trimestral del 5,5 % de la economía turística de octubre a diciembre frente a los 3 meses anteriores, de acuerdo con cifras desestacionalizadas.
Este aumento ocurrió por los avances trimestrales del 6,4 % en los servicios y del 2,3 % en los bienes.
Asimismo, el consumo turístico disminuyó un -1,7 % trimestral, con una subida del 0,4 % de los turistas internos.
Sin embargo, el consumo receptivo se redujo un -11,6 % en el trimestre.
México registró una recuperación del sector turístico, tras la pandemia de covid-19, en 2022 cuando tuvo 38,3 millones de turistas internacionales, un 20,3 % más que en 2021.
El ingreso de divisas por visitantes internacionales en ese año fue de 26.346,9 millones de dólares, una subida anual de más del 42 %.
La economía relacionada con el turismo en México creció en 2022 un 14,4 % anual impulsada en particular por el consumo.
El país recibió 30,86 millones de turistas internacionales en los primeros 3 trimestre de 2023, un alza interanual del 12,1 %, que dejaron ingresos por valor de 22.908 millones de dólares, un incremento del 11,8 %.
México fue el sexto país más visitado en el Mundo en 2022, un fenómeno que se atribuye, en parte, a las medidas sanitarias flexibles en las zonas turísticas del país durante la pandemia de Covid-19.