Investing.com - Uno de los factores que han impulsado la apreciación histórica del peso mexicano frente al dólar este año ha sido el ingreso de dólares estadounidenses al país mediante las remesas. Entre enero y julio de este año, las remesas llegaron a un récord de 35,895 millones de dólares, lo que representa un aumento de 9.4% este año.
Durante el mismo periodo, la divisa local acumuló una ganancia de 14.1%, de acuerdo con los datos disponibles en Investing.com.
Pero estos incrementos significativos que han registrado las remesas entre 2022 y 2023, medidos mediante dólares corrientes, no se ha reflejado en un aumento en el poder de compra de los hogares receptores de estos recursos.
Varios factores han jugado en contra del poder adquisitivo de las remesas, principalmente la fortaleza del peso, que ha llevado al tipo de cambio a sus mejores niveles desde 2015, y la alta tasa de inflación, que llegó a rondar el 8%.
Para contextualizar este hecho, el director de Estadísticas Económicas del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA), Jesús Cervantes González, explicó que, con una remesa de 300 dólares en diciembre de 2020, un hogar podía comprar la canasta de bienes y servicios; ahora requeriría 418 dólares para poder comprar la canasta de bienes y servicios, que podría adquirir con 300 dólares en diciembre de 2020.
“Eso quiere decir que la fortaleza del peso, la apreciación del peso y la inflación han comido parte del dinamismo de las remesas”, explicó en entrevista para Norte Económico, el podcast de Grupo Financiero Banorte (BMV:GFNORTEO).
El experto resaltó que de diciembre de 2020 a julio de 2023, el monto acumulado anual de remesas creció en 57%, pero en pesos constantes o en poder de compra para los hogares receptores, sólo aumentó en 11.5%.
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¿Las remesas seguirán al alza?
A futuro, Jesús Cervantes González pronosticó que la tendencia de remesas en México se mantendrá, aunque advirtió que está cerca de llegar a un pico de crecimiento.
La razón es que actualmente el flujo migratorio a Estados Unidos es negativo y los trabajadores suelen enviar cada vez menos dinero a su país de origen en la medida en la que crecen y crean nuevos vínculos familiares.
Recordó además que las remesas son vulnerables a los ciclos económicos por lo que alguna desaceleración generalizada podría tener un impacto negativo.
“Si hay una recesión en los Estados Unidos, una recesión clara y significativa, va a ser inevitable que le pegue al ingreso de México por remesas. En la medida en que haya una desaceleración moderada o que se acentúe un poco más lo que ya hay en ciertos indicadores, no debiera de pasarle algo significativo al ingreso por remesas”, mencionó Cervantes.
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