por Lissette Esquila Alonso
Infosel, febrero. 12.- En enero, las bolsas en México registraron su mayor salida de capitales extranjeros en tres meses, en consonancia con el pobre desempeño de la renta variable local y de la debilidad del peso en ese mes, que afectó, a su vez, el saldo total de los flujos extranjeros.
En el primer mes del año, el flujo foráneo a las bolsas de valores mexicanas fue negativo en 150.1 millones de dólares, o la huida más abrupta de capitales desde octubre de 2020, cuando la salida fue de 902.4 millones de dólares, de acuerdo con datos publicados por Banco de México (Banxico).
El menor apetito de los extranjeros por la renta variable local coincidió con el descenso de casi 4% enero de las bolsas mexicanas, por lo que tuvieron su peor mismo mes en seis años. En suma, el tipo de cambio se depreció más de 3% en el primer mes de 2021, su desempeño más bajo para un mismo mes desde 2016.
"Este movimiento se explica como parte de una toma de utilidades tras el rally de 2020 y algunas preocupaciones sobre la propagación del virus y la distribución de vacunas a nivel global", escribió Santiago Fernández, analista de Intercam Banco, en un reporte.
Como consecuencia de las pérdidas bursátiles y de la debilidad cambiaria, el saldo acumulado de enero tuvo un descenso de 3.7% a 134 mil 661.1 millones de dólares, con respecto al monto registrado en diciembre de 139 mil 862.2 millones de dólares, que había sido el mayor saldo en 10 meses.
Si bien, las primeras semanas de enero fueron positivas para la mayoría de las plazas bursátiles, a mediados de dicho mes el recelo se hizo presente ante el aumento de caso de infección de covid-19 en todo el mundo, que hicieron que las medidas de contención del virus y el encierro de las personas se extendieran.
México, al ser una economía emergente, es altamente dependiente del mejor desempeño del exterior, por lo que la debilidad económica de los desarrollados, a raíz de la pandemia, complicaba el escenario de recuperación local.
La estimación oportuna del producto interno bruto de México del cuarto trimestre de 2020 reportó un avance a una tasa mensual de 3.1% y una contracción anual de 4.6%, acumulando en el 2020 una caída de 8.5% del PIB, su mayor descenso desde 1932, en medio de la Gran Depresión.
"Es posible que el mercado siga viendo riesgos sobre la economía mexicana que no sustentan las valuaciones tan elevadas [de las acciones] que llevaron al índice a niveles cercanos a 47 mil puntos a principios de año", escribió Luis Alvarado, analista de equities de Banco Base, en un reporte. "Es posible que el mercado esté viendo que, con una falta de política fiscal contra cíclica, la recuperación de la economía mexicana pueda rezagarse en comparación con otros países".
Al igual que Alvarado, han sido varios los analistas que han argumentado que los inversionistas extranjeros no voltearán a ver a México si el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no ejecuta un plan de apoyo financiero para las empresas que han tenido severas dificultades por el cierre de negocios ante la severidad de la pandemia de coronavirus.
Desde el 18 de diciembre, tanto la Ciudad de México como el Estados de México, han permanecido en semáforo epidemiológico rojo, pero se han ido encendiendo algunas actividades, como la venta de comida de restaurantes al exterior y se han reabierto los centros comerciales y tiendas departamentales, estos últimos apenas hace unos días.
"El país continúa resintiendo el impacto de la pandemia de covid-19, en especial los sectores de manufactura y turismo", escribió Esteban Polidura, director de asesoría para las Américas de Julius Baer (SIX:BAER), en un reporte. Pero "la incertidumbre política y el limitado estímulo fiscal también pesarán sobre el perfil crediticio de México".
Si bien Polidura también ha criticado la poca o nula ayuda fiscal en México, también consideró que la economía local se beneficiará del fuerte repunte de su principal socio comercial, Estados Unidos, así como del avance de los precios del petróleo, que contribuyen de forma positiva a las finanzas del gobierno. Además, México goza de fuertes reservas internacionales, amplio acceso a los mercados y una deuda en moneda extranjera relativamente baja.