El Ministerio de Comercio de China inició una investigación antidumping sobre las importaciones de carne de cerdo de la Unión Europea, una medida que podría afectar al sector porcino español. La investigación se produce después de que la UE impusiera aranceles adicionales a los vehículos eléctricos chinos el 12 de junio de 2024, con el objetivo de frenar lo que califica de subvenciones injustas.
España, que contribuyó con un 22% a las importaciones chinas de carne de cerdo en 2023, valoradas en 1.200 millones de euros, puede enfrentarse a pérdidas significativas si China decide imponer aranceles como resultado de la investigación.
Giuseppe Aloisio, director general de ANICE, expresó su preocupación, pero mantuvo la confianza en la resistencia del sector: "Ha sido como un jarro de agua fría, no nos lo esperábamos. Es preocupante porque el volumen es importante, pero no llevará a la quiebra al sector porcino si los chinos acaban decidiendo imponer aranceles."
La denuncia que dio lugar a la investigación fue presentada por la Asociación China de Ganadería en nombre de los productores nacionales. Aunque la investigación completa podría durar más de un año, podrían estudiarse medidas provisionales si las conclusiones preliminares confirman la existencia de dumping.
El Ministro de Agricultura español, Luis Planas, defendió el martes que las subvenciones recibidas por la industria porcina se ajustan a las normas de la Organización Mundial del Comercio. También reveló las conversaciones en curso con la UE para estudiar posibles soluciones.
A pesar del desafío, la industria porcina española tiene un historial de superación de las perturbaciones del mercado, como las prohibiciones de importación por parte de Rusia debido a la preocupación por la gripe porcina y las posteriores sanciones de la UE a Rusia en 2014.
El director de Interporc, la asociación española de productores de porcino, Alberto Herranz, destacó la capacidad de adaptación del sector, haciendo referencia a los esfuerzos de diversificación realizados en el pasado ante el cierre del mercado ruso.
La industria automovilística de la UE, incluida la española, que representa el 18% de las exportaciones totales del país, se considera de mayor importancia estratégica. Las medidas de la Comisión Europea contra los vehículos eléctricos chinos son para proteger una industria que McKinsey & Company valora en más de un billón de euros.
El ministro español de Economía, Carlos Cuerpo, subrayó la necesidad de un equilibrio entre el fomento del libre comercio y la salvaguarda de sectores estratégicos, sin manifestar explícitamente la postura de España sobre los aranceles a los VE.
A medida que se recupera la producción de carne de cerdo en China, los exportadores españoles buscan ya expandirse a mercados alternativos, con exportaciones crecientes a países asiáticos como Japón, Corea del Sur y Filipinas.
Según los analistas de Eurointelligence, la respuesta de China a los aranceles de la UE sobre los vehículos eléctricos puede indicar una voluntad de negociar en lugar de aumentar las tensiones. Esto podría sugerir que el sector porcino, aunque importante, no es un objetivo primordial en el contexto más amplio de las relaciones comerciales entre la UE y China.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.