Por Reese Ewing y Guillermo Parra-Bernal
SAO PAULO, 21 jun (Reuters) - La peor crisis crediticia de Brasil en dos décadas está forzando a los endeudados ingenios, caficultores y productores de granos a reducir su inversión, llevando a que el país, uno de los mayores exportadores agrícolas del mundo, no se beneficie de la recuperación de los precios globales de las materias primas.
Los bancos endurecieron las condiciones del financiamiento tras una ola de morosidad y quiebras provocada por la peor recesión del país en ocho décadas, lo que llevó al crecimiento de los préstamos a un mínimo de 17 años en abril. Los productores agrícolas, que se endeudaron fuertemente en los últimos años para financiar una expansión acelerada, estuvieron entre los más afectados.
"No hemos visto una contracción del crédito como esta en la historia reciente", observó Alexandre Figliolino de la consultora MB Associados. "Podríamos perder dos años de expansión agrícola".
El área plantada con granos como la soja y el maíz creció apenas un 0,3 por ciento desde la expansión del 5 por ciento del 2014. Los envíos de café han declinado en los últimos meses desde los máximos del 2015.
Esa reducción coincide con una recuperación en los precios globales de las materias primas. Los precios del azúcar alcanzan sus niveles más fuertes en casi 3 años; la soja está en máximos de 2 años; y los precios del café y el maíz están cerca de sus cotas más alta en casi un año. Brasil es el segundo mayor exportador global de maíz y es el mayor exportador de las otras tres materias primas.
Pero últimamente, esas cuatro materias primas han sufrido grandes pérdidas por malas condiciones climáticas en Brasil o por las condiciones del mercado, agotando el capital de los productores o dejándolos con más deudas, lo que exacerba la contracción del crédito.
El jueves, Marcos Lutz, presidente ejecutivo de Cosan CSAN3.SA , el mayor productor de azúcar de Brasil, dijo que la molienda de caña sería inferior a lo esperado en la temporada actual 2016. Pese a que se vive el mayor déficit global de azúcar en décadas, Lutz no avizora inversiones para la capacidad en el mediano o corto plazo debido a los problemas de financiamiento de muchos ingenios.
Prestamistas como Itaú Unibanco Holding SA ITUB4.SA y Rabobank NA refinancian los préstamos a agricultores antes de ofrecer nuevo capital de trabajo y créditos para inversión. Con una tasa de interés referencial en 14,25 por ciento y con condiciones crediticias más duras, los productores dependen cada vez más de trueques, según un reporte del instituto Imea.
Ante una menor participación de prestamistas menores, el estatal Banco do Brasil SA BBAS3.SA , el mayor prestamista para productores agrícolas, aumentó este año su financiamiento para cosechas y cultivos a tasas subsidiadas en un 44 por ciento.
Pero líderes de la industria afirman que los bancos privados, que representan cerca del 40 por ciento de los créditos agrícolas en circulación en Brasil, siguen siendo esenciales. Sin embargo, esos fondos se han vuelto mucho más difíciles de conseguir.
Un ejecutivo de uno de los bancos brasileños que tratan con grandes y medianos deudores agrícolas dijo que a clientes que antes podían recibir préstamos por 20 millones de reales ahora sólo les aprueban la mitad de esa suma.
"Algunos agricultores irán a la quiebra en esas condiciones", dijo Marco Parzianello, administrador de una gran hacienda en Sorriso, Mato Grosso. "Frenamos la expansión para acumular reservas de liquidez y qué bueno que así lo hicimos".
(Editado en español por Janisse Huambachano)