Por Carlos R. Cózar
Investing.com - Ni 48 horas después de que se produjesen las elecciones al Parlamento Europeo, son muchas las voces autorizadas las que han alertado del auge de la extrema derecha en el Viejo Continente.
El Partido Popular Europeo (EPP) y los Socialistas y Demócratas (S&D), de centroderecha y centroizquierda y proeuropeos, siempre han ocupado más del 50% de escaños en el Parlamento. En esta ocasión esta gran coalición ha quedado partida y tendrán que buscar fórmulas para buscar apoyo de otros bandos.
Y aquí, juega la extrema derecha, que tendrá un lugar importante dentro del templo de la democracia europea. Así, los partidos que euroescépticos y de extrema derecha como lo son Reagrupación Nacional, de Marine Le Pen (Francia), Alternativa por Alemania (AfD) y la Liga Italiana, de Matteo Salvini, están repartidos en tres grupos en el Parlamento europeo. Estas fuerzas han logrado más de un 10% de representantes respecto a las de 2015. No obstante, los resultados no han sido los esperados, pero tienen un poder esencial dentro del encaje político.
Francia, Reino Unido e Italia fueron los países que más representación han otorgado a la extrema derecha. Le Pen obtuvo 28 escaños, los mismos que tendrá el partido de Matteo Salvini. Pero el verdadero ganador fue el partido de Farage, que consiguió hasta 29 eurodiputados.
Las cotizadas, en alerta
Con este panorama, las compañías cotizadas han alertado del auge de los partidos de extrema derecha, que podrían dificultar la implantación de políticas empresariales y crear clima de inestabilidad.
La encargada de llamar la atención fue Florence Bindelle, secretaria general de European Issuer. Durante la celebración del Foro Medcap, dijo que “la extrema derecha frena el crecimiento de las empresas”.
En este sentido, la encargada de defender los derechos de las compañías bursátiles alegó que “desde principios de junio se pondrán a trabajar para defender los derechos de sus asociadas”. “Hay mucha incertidumbre en la economía. Nos preocupa lo que está pasando en Europa y, sobre todo, en Italia, Alemania o Francia”, agregó.
La encargada de gestionar la patronal europea, también dijo que “de momento, las iniciativas están paradas” debido a que aún no se ha confeccionado el Parlamento, pero insistió en que “puede haber problemas”.
Por otra parte, las empresas alemanas rechazaron el auge de la extrema derecha. Necesitamos mercados abiertos para ser exitosos. Hay que confiar en Europa", dijo el director ejecutivo de Thyssenkrupp (DE:TKAG), Guido Kerkhoff.
De la misma manera también se manifestaron las patronales del sector de la industria y artesanos. “Varios millones de puestos de trabajo en Alemania dependen del comercio intracomunitario, en tanto que el 60% de las exportaciones alemanas tiene como destino otros países de la UE”, se pudo leer en un comunicado conjunto.
Cabe destacar que Alemania exporta más de 780.000 millones de euros al año. El ascenso de la extrema derecha podría poner trabas a la Unión Europea y es por ello, que los empresarios alemanes intentan frenar el auge de esta tendencia política.
Preocupación por la guerra comercial y el Brexit
Además de la extrema derecha, los conflictos geopolíticos también preocupan a los inversores. El presidente de BME (MC:BME), Antonio Zoido, también alertó de las consecuencias negativas que están arrastrando las compañías cotizadas tras los acontecimientos que han acelerado la guerra comercial y el Brexit.
Florence Bindelle también apoyó este comentario. “Intentaremos luchar con todas nuestras fuerzas para que el Brexit o las tensiones entre China y Estados Unidos tengan el menor impacto posible sobre las empresas cotizadas europeas”, sentenció.