Geoffrey Smith
Investing.com - El fabricante de los coches de James Bond se ha ganado tomarse un respiro este jueves tras una serie de resultados trimestrales que han indicado que las cosas no están empeorando.
Es cierto que se ha debilitado la demanda del clásico DB Vantage de Aston Martin Lagonda Global Holdings PLC (LON:AML) (cuyos precios comienzan en, nada más y nada menos que 150.000 dólares). Sin embargo, las cifras sugieren que los distribuidores al menos han comenzado a subsanar la "superabundancia" acumulada a principios de año.
Aún no están encargando tantas unidades nuevas como se esperaba; las ventas mayoristas básicas bajaron un 16% interanual. Pero la demanda minorista se ha mantenido, con una subida del 13% y un alentador aumento de la cuota de mercado. Tras las pérdidas del primer semestre, la compañía reportó un beneficio operativo de 10,5 millones de libras en el tercer trimestre.
Pero el mensaje clave de los resultados del jueves es que la apuesta a muerte en el nuevo SUV crossover DBX, construido desde cero en una nueva planta en Gales con una nueva abrumadora fuerza de trabajo, sigue adelante.
La compañía dijo que espera que el lanzamiento oficial del DBX tenga lugar en Pekín dentro de dos semanas.
"Se ha completado la primera versión de la prueba de producción, y St Athan se ha puesto en funcionamiento, y se espera que la producción comience en el segundo trimestre de 2020 según lo previsto", dijo la compañía en su informe de resultados. "Estamos encantados con la primera recepción del coche por parte de los clientes y los pedidos iniciales se están realizando en eventos privados".
En respuesta, las acciones subieron un 8% en la apertura, pero retrocedieron rápidamente. Aun así han bajado más del 75% con respecto a su precio de salida a bolsa del año pasado.
La compañía tuvo que pagar un 12,5% para emitir 150 millones de dólares en deuda senior garantizada hace dos meses. El interés sobre eso y otros préstamos se comerá más beneficios operativos de los que AML está generando actualmente.
La compañía se enfrenta a un precipicio de deuda en 2022, con 900 millones de libras en crédito listo para madurar. Es por eso que la empresa necesita desesperadamente que la incertidumbre generada por el Brexit (las ventas de Aston siguen siendo muy elevadas en el Reino Unido y Europa) y la guerra comercial entre Estados Unidos y China se disipe lo más rápido posible para que pueda refinanciar a tasas más favorables antes de acercarse demasiado a ese precipicio. En este sentido, las noticias de hoy sobre China, en las que se afirma un acuerdo mutuo para revertir los aranceles, beneficiarán a LMA más que a la mayoría.
Sin embargo, hasta que el DBX comience a generar dinero en efectivo de verdad, la emoción de Aston Martin será compartida por conductores y accionistas por igual.