Por Senad Karaahmetovic
Los estrategas de Wall Street son cada vez más bajistas respecto a la renta variable, según los estrategas de renta variable de Bank of America.
Esto podría ser alcista para las acciones, ya que la asignación de consenso a la renta variable ha sido "un indicador contrario fiable" históricamente, escribieron los estrategas en una nota a clientes.
El indicador de ventas (SSI) de Bank of America (NYSE:BAC), que sigue la asignación media recomendada a las acciones por los estrategas de ventas estadounidenses, se encuentra en territorio neutral con una lectura del 53%.
"Aunque el indicador comenzó el año a 1ppt de una señal de "Vender", terminó el año a solo 1.5ppt de "Comprar", lo más cerca que ha estado de "Comprar" desde 2017", agregaron los estrategas.
Bank of America tiene 4000 como su objetivo de fin de año para el S&P 500. Sin embargo, el SSI sugiere que el S&P 500 podría ver "un rendimiento de precios esperado de +16% en los próximos 12 meses (~4400 para el S&P 500)".
"Históricamente, cuando el SSI se situaba en los niveles actuales o por debajo, las rentabilidades posteriores del S&P 500 a 12 meses eran positivas en el 95% de las ocasiones (frente al 81% a lo largo de toda la historia) y la rentabilidad mediana a 12 meses era del +21%", añaden los estrategas.
Destacan la "gran caída del sentimiento" como una de las razones clave por las que BofA se muestra más constructivo respecto a las acciones en 2023.
"La asignación media recomendada a las acciones se redujo en 6 puntos porcentuales en 2022, ya que el S&P 500 cayó un 19%. Mientras tanto, la asignación media recomendada a los bonos aumentó en 6 p.p. hasta el 34%, situando la relación entre las asignaciones a acciones y bonos en su nivel más bajo desde 2016, en 1.6 veces (frente a la media posterior a la crisis financiera global de 1.8 veces). Del mismo modo, la Encuesta Global de Gestores de Fondos de BofA muestra que el posicionamiento relativo de los inversores en acciones frente a bonos está en su nivel más bajo desde 2009. Pero el movimiento puede estar justificado, dado que el atractivo relativo de las acciones frente a los bonos ha desaparecido", concluyen los estrategas.