Los estrategas de renta variable de JPMorgan Chase siguen desmarcándose con una perspectiva notablemente pesimista en medio de una oleada de estrategas de Wall Street que pronostican máximos históricos para las acciones estadounidenses el año que viene.
JPMorgan predice que el índice S&P 500 descenderá a 4,200 a finales de 2024, lo que supone una caída de aproximadamente el 8% desde su nivel actual.
En ausencia de una rápida relajación de la Reserva Federal, los analistas esperan un escenario macroeconómico más difícil para las acciones el próximo año, con tendencias de consumo más suaves en un momento en que el posicionamiento y el sentimiento de los inversionistas se han invertido en su mayoría", dijeron los analistas en una nota el miércoles.
Además del debilitamiento de las tendencias de consumo, los estrategas también mencionaron la desaceleración del crecimiento mundial, la contracción de la liquidez, los riesgos geopolíticos y políticos y las elevadas valoraciones como importantes vientos en contra a los que se enfrentan los activos de riesgo.
"La renta variable está actualmente muy valorada, con una volatilidad cercana a su mínimo histórico, mientras que los riesgos geopolíticos y políticos siguen siendo elevados. Los analistas prevén un crecimiento mediocre de los beneficios mundiales, con caídas para la renta variable desde los niveles actuales", añadieron.
"Para el S&P 500, los analistas estiman un crecimiento de los beneficios del 2-3% el próximo año con un BPA de 225 dólares".
En esta línea, JPMorgan sigue recomendando una postura más defensiva dentro de los estilos y sectores debido a los potenciales riesgos a la baja para los beneficios empresariales.
"Aunque es difícil precisar con antelación la fecha de inicio y la profundidad de una recesión, los analistas creen que es un riesgo vivo para el próximo año, aunque los inversionistas no están incluyendo en el precio esta incertidumbre constantemente en todas las geografías, estilos y sectores aún”, concluyeron los estrategas.