Varios de los principales fabricantes de automóviles del mundo se enfrentan actualmente a un importante desafío legal en el Reino Unido, con posibles demandas de 1,5 millones de demandantes que podrían costarles más de 6.000 millones de libras, equivalentes a unos 7.600 millones de dólares. Esta situación tiene su origen en las acusaciones de que estas empresas hicieron trampas en las pruebas de emisiones, una polémica que persiste desde el escándalo del "dieselgate" protagonizado por Volkswagen en 2015.
Los propietarios de vehículos diésel han presentado demandas contra fabricantes como Mercedes-Benz y Ford (NYSE:F), acusándoles de engañar a los consumidores sobre el cumplimiento de las normas de emisiones de óxido de nitrógeno por parte de determinados vehículos.
Las empresas implicadas niegan rotundamente estas acusaciones. Un portavoz de Mercedes-Benz, que se enfrenta a unas 300.000 reclamaciones, afirmó que la empresa se defenderá enérgicamente contra lo que consideran reclamaciones infundadas. Del mismo modo, un portavoz de Ford declaró que sus vehículos y motores cumplen todos los requisitos sobre emisiones y que no ven fundamento alguno en las demandas.
El telón de fondo de estos desafíos legales son las consecuencias de la admisión de Volkswagen en 2015 de que utilizó "dispositivos de desactivación" para manipular los niveles de emisiones durante las pruebas. Este escándalo ya ha costado a Volkswagen más de 32.000 millones de euros en reacondicionamiento de vehículos, multas y costas judiciales. Además, en 2022, Volkswagen llegó a un acuerdo de 193 millones de libras con unos 91.000 conductores británicos, aunque la empresa no admitió ninguna responsabilidad.
En una vista preliminar, los abogados que representan a los demandantes señalaron que hay aproximadamente 1,5 millones de personas que han demandado a 13 grupos fabricantes de vehículos diferentes. Aunque no se ha establecido el valor exacto de las demandas individuales, Benjamin Williams, abogado de los demandantes, sugirió que una estimación conservadora de 4.000 libras por demanda podría elevar el total al menos a 6.000 millones de libras.
También se espera que el litigio genere importantes costes legales. Se calcula que los equipos jurídicos de los demandantes necesitarán cerca de 400 millones de libras, con la posibilidad de un tercer juicio en 2026, mientras que los costes legales de los fabricantes de automóviles rondarán los 321 millones de libras. El proceso judicial pone de manifiesto las repercusiones duraderas del escándalo de las emisiones diésel y el amplio escrutinio jurídico al que siguen sometidos los fabricantes de automóviles.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.