por Patricia Guerrero Medina
(Reescribe historia con detalles, comentario de empresa)
Infosel, enero. 21.- Nemak, el negocio de componentes de aluminio para la industria automotriz perteneciente al conglomerado industrial mexicano Alfa (MX:ALFAA), será uno de los proveedores de partes del nuevo Mustang en su versión eléctrica, el automóvil deportivo estadounidense por excelencia con el que su fabricante, Ford (NYSE:F), se apresta a adaptarse ante una de las grandes tendencias de una industria que en los últimos años ha ido a menos en América del Norte.
La compañía regiomontana apresta una inversión de 25 millones de dólares para levantar una planta especializada autopartes para vehículos eléctricos que surtirá la armadora que Ford reconfigura en Cuautitlán, Estado de México, lugar elegido para armar el Mustang March-E. Desde su primera etapa, la planta de Nemak elaborará las carcasas que requieren las baterías del automóvil.
"Seguimos dando importantes pasos hacia el fortalecimiento de nuestras capacidades de aligeramiento en aplicaciones para vehículos eléctricos, ya sea a través de piezas de fundición, ensambles u otros procesos", dijo Armando Tamez, director general de Nemak, en el comunicado en que anunció la participación de la empresa en la fabricación del Mustang eléctrico. "Este producto marca un nuevo hito en nuestra trayectoria de crecimiento en el segmento de soluciones completamente ensambladas para eléctricos puros".
Las carcasas contarán con una dimensión de 2.2 por 1.5 metros y estarán compuestas de partes de aluminio --principalmente estampado y extrusión-- que serán conectadas mediante soldadura robótica de última generación, adhesivos y remaches autoperforantes.
La construcción de la planta ya inició y será a mediados de año cuando Nemak comience la producción de las carcasas, dijo la compañía a Infosel en una respuesta vía correo electrónico, en el que declinó dar a conocer la ubicación de las nuevas instalaciones.
Además, aunque en la primera fase la capacidad de las instalaciones será para satisfacer la demanda de Ford, "no descartamos que en un futuro, con base en la demanda del mercado, se puedan atender más programas", agregó.
Para Nemak, la nueva planta de ensamblaje forma parte de los esfuerzos emprendidos desde años atrás para adaptarse a los cambios de la industria automotriz y de los consumidores, ya que por años se ha especializado en fabricar partes de motores a combustión, entre ellas cabezas, bloques y transmisiones.
Como parte de ello, desde 2013 la compañía ha enfocado sus capacidades al desarrollo de componentes de aluminio para vehículos eléctricos, y tiene como meta alcanzar 20% de participación del mercado de carcasas de baterías para autos híbridos recargables en América del Norte y Europa para este año, de acuerdo con su reporte anual de 2018.
Los contratos para la fabricación de componentes para autos eléctricos ascendieron a 600 millones de dólares al cierre de ese año.
El anuncio de Nemak fue considerado como positivo por los analistas de Banorte (MX:GFNORTEO) Casa de Bolsa, Valentín Mendoza y Jorge Izquierdo, quienes previeron un impacto benéfico para las finanzas de la empresa, sobre todo después de la decisión de Ford de cesar la producción de su vehículo compacto Fiesta, el año pasado.
"Este anuncio reafirma nuestra visión de que la empresa aprovechará la tendencia de electrificación de vehículos para crecer en el segmento de componentes estructurales y partes para vehículos eléctricos", escribieron los especialistas en un reporte para sus clientes. "Tan solo este año esperamos una modesta recuperación en los resultados por la contribución de algunos contratos en este segmento".
Ford confirmó en noviembre la producción de la versión eléctrica de su modelo Mustang en las instalaciones de Cuautitlán, ocho meses después de anunciar sus planes de producir ahí un vehículo deportivo utilitario, o SUV.
Para Ford, el anuncio abre la puerta para encontrar, en la producción de su Mustang eléctrico, el impulso que necesita para su operación en México, en medio de un panorama retador para la industria automotriz nacional.
La producción anual de vehículos en México pasó de tres millones 911 mil unidades fabricadas en 2018 a tres millones 750 mil 841 unidades en 2019, lo que representó una caída de 4.1%, el segundo descenso anual consecutivo y la mayor baja desde 2009, además de la menor cantidad de vehículos ensamblados en el país desde 2016, de acuerdo con la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz.
En el caso de Ford, el episodio más emblemático de lo anterior lo registró en octubre, cuando reportó cero autos producidos en México, debido a las adecuaciones que llevaba a cabo en su planta de Cuautitlán --para producir el Mustang eléctrico--, pero también al paro técnico hecho en su planta de Hermosillo debido a los bajos niveles de demanda.
Dicha situación llamó la atención porque algo así no ocurría desde 2009, cuando la también estadounidense Chrysler redujo a cero su producción de autos en el país, en medio de una crisis financiera mundial.
La reconfiguración de la producción en México forma parte de la estrategia de la automotriz estadounidense para dar prioridad a vehículos eléctricos, implementada por su director general, James Hackett, quien asumió las riendas de la empresa en mayo de 2017.
Los planes de la automotriz contemplan desarrollar 40 modelos eléctricos o híbridos a nivel consolidado para 2022, no solo para adaptarse a las nuevas tendencias de la industria y los consumidores, sino para cumplir con las nuevas regulaciones sobre contaminantes, para lo que prevé destinar 11 mil millones de dólares.
(Reescribe historia con detalles, comentario de empresa)
Infosel, enero. 21.- Nemak, el negocio de componentes de aluminio para la industria automotriz perteneciente al conglomerado industrial mexicano Alfa (MX:ALFAA), será uno de los proveedores de partes del nuevo Mustang en su versión eléctrica, el automóvil deportivo estadounidense por excelencia con el que su fabricante, Ford (NYSE:F), se apresta a adaptarse ante una de las grandes tendencias de una industria que en los últimos años ha ido a menos en América del Norte.
La compañía regiomontana apresta una inversión de 25 millones de dólares para levantar una planta especializada autopartes para vehículos eléctricos que surtirá la armadora que Ford reconfigura en Cuautitlán, Estado de México, lugar elegido para armar el Mustang March-E. Desde su primera etapa, la planta de Nemak elaborará las carcasas que requieren las baterías del automóvil.
"Seguimos dando importantes pasos hacia el fortalecimiento de nuestras capacidades de aligeramiento en aplicaciones para vehículos eléctricos, ya sea a través de piezas de fundición, ensambles u otros procesos", dijo Armando Tamez, director general de Nemak, en el comunicado en que anunció la participación de la empresa en la fabricación del Mustang eléctrico. "Este producto marca un nuevo hito en nuestra trayectoria de crecimiento en el segmento de soluciones completamente ensambladas para eléctricos puros".
Las carcasas contarán con una dimensión de 2.2 por 1.5 metros y estarán compuestas de partes de aluminio --principalmente estampado y extrusión-- que serán conectadas mediante soldadura robótica de última generación, adhesivos y remaches autoperforantes.
La construcción de la planta ya inició y será a mediados de año cuando Nemak comience la producción de las carcasas, dijo la compañía a Infosel en una respuesta vía correo electrónico, en el que declinó dar a conocer la ubicación de las nuevas instalaciones.
Además, aunque en la primera fase la capacidad de las instalaciones será para satisfacer la demanda de Ford, "no descartamos que en un futuro, con base en la demanda del mercado, se puedan atender más programas", agregó.
Para Nemak, la nueva planta de ensamblaje forma parte de los esfuerzos emprendidos desde años atrás para adaptarse a los cambios de la industria automotriz y de los consumidores, ya que por años se ha especializado en fabricar partes de motores a combustión, entre ellas cabezas, bloques y transmisiones.
Como parte de ello, desde 2013 la compañía ha enfocado sus capacidades al desarrollo de componentes de aluminio para vehículos eléctricos, y tiene como meta alcanzar 20% de participación del mercado de carcasas de baterías para autos híbridos recargables en América del Norte y Europa para este año, de acuerdo con su reporte anual de 2018.
Los contratos para la fabricación de componentes para autos eléctricos ascendieron a 600 millones de dólares al cierre de ese año.
El anuncio de Nemak fue considerado como positivo por los analistas de Banorte (MX:GFNORTEO) Casa de Bolsa, Valentín Mendoza y Jorge Izquierdo, quienes previeron un impacto benéfico para las finanzas de la empresa, sobre todo después de la decisión de Ford de cesar la producción de su vehículo compacto Fiesta, el año pasado.
"Este anuncio reafirma nuestra visión de que la empresa aprovechará la tendencia de electrificación de vehículos para crecer en el segmento de componentes estructurales y partes para vehículos eléctricos", escribieron los especialistas en un reporte para sus clientes. "Tan solo este año esperamos una modesta recuperación en los resultados por la contribución de algunos contratos en este segmento".
Ford confirmó en noviembre la producción de la versión eléctrica de su modelo Mustang en las instalaciones de Cuautitlán, ocho meses después de anunciar sus planes de producir ahí un vehículo deportivo utilitario, o SUV.
Para Ford, el anuncio abre la puerta para encontrar, en la producción de su Mustang eléctrico, el impulso que necesita para su operación en México, en medio de un panorama retador para la industria automotriz nacional.
La producción anual de vehículos en México pasó de tres millones 911 mil unidades fabricadas en 2018 a tres millones 750 mil 841 unidades en 2019, lo que representó una caída de 4.1%, el segundo descenso anual consecutivo y la mayor baja desde 2009, además de la menor cantidad de vehículos ensamblados en el país desde 2016, de acuerdo con la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz.
En el caso de Ford, el episodio más emblemático de lo anterior lo registró en octubre, cuando reportó cero autos producidos en México, debido a las adecuaciones que llevaba a cabo en su planta de Cuautitlán --para producir el Mustang eléctrico--, pero también al paro técnico hecho en su planta de Hermosillo debido a los bajos niveles de demanda.
Dicha situación llamó la atención porque algo así no ocurría desde 2009, cuando la también estadounidense Chrysler redujo a cero su producción de autos en el país, en medio de una crisis financiera mundial.
La reconfiguración de la producción en México forma parte de la estrategia de la automotriz estadounidense para dar prioridad a vehículos eléctricos, implementada por su director general, James Hackett, quien asumió las riendas de la empresa en mayo de 2017.
Los planes de la automotriz contemplan desarrollar 40 modelos eléctricos o híbridos a nivel consolidado para 2022, no solo para adaptarse a las nuevas tendencias de la industria y los consumidores, sino para cumplir con las nuevas regulaciones sobre contaminantes, para lo que prevé destinar 11 mil millones de dólares.