Por Steve Gorman
LOS ANGELES, 27 feb (Reuters) - El anfitrión de los premios Oscar, el cómico Jimmy Kimmel, convirtió al presidente Donald Trump en el blanco de las burlas el domingo, al bromear sobre la agitación política que ha afectado a Estados Unidos y el mundo desde que la ex estrella de un reality show asumió el cargo.
"Esta emisión está siendo seguida en directo por millones de estadounidenses, y en todo el mundo en más de 225 países que ahora nos odian, y creo que eso es increíble", exclamó la estrella de la televisión nocturna poco después de subir al escenario del Dolby Theatre en Hollywood.
Kimmel, que admitió que le faltaban palabras para ayudar a unir al país, exhortó a los espectadores a hacer sus propios esfuerzos de reconciliación a través del acercamiento con sus adversarios políticos a los que conocen personalmente para "tener una conversación positiva, considerada, no como liberales o conservadores, sino como estadounidenses".
"Si todos pudiéramos hacer eso, podríamos hacer grande a Estados Unidos de nuevo", dijo, en alusión al lema de la campaña de Trump.
Kimmel coronó su monólogo con un tributo a la actriz nominada varias veces al Oscar, Meryl Streep, cuya denuncia de Trump en la entrega de los Globos de Oro en enero recibió un respuesta molesta del republicano en Twitter, que la calificó como "una de las actrices más sobrevaloradas en Hollywood".
"Desde sus primeros trabajos mediocres en 'The Deer Hunter' y 'Out of Africa' a sus actuaciones decepcionantes en 'Kramer vs. Kramer' y 'Sophie's Choice', Meryl Streep ha participado en más de 50 películas en el curso de su deslucida carrera", declaró Kimmel.
A diferencia de otros premios con una alta carga política, solo algunos artistas se refirieron al tema, como el actor Gael García Bernal quien dijo al entregar un premio "como un mexicano, como un latinoamericano, como un trabajador migrante, como un ser humano, estoy en contra de cualquier muro que quiera separarnos", en una alusión a la división que Trump quiere construir en la frontera de ambos países.
Kimmel, de 49 años, fue elegido para ser el anfitrión de la entrega del Oscar, considerado ampliamente como el trabajo más ingrato en Hollywood, luego de que fue maestro de ceremonias de los premios Emmy, por última vez en el 2016. El comediante también ha sido anfitrión de los premios American Music.
Al cerrar el espectáculo tras un error en la entrega al ganador como mejor película que le dio el Oscar a "La La Land" en vez de a "Moonlight", que finalmente recibió la estatuilla, Kimmel bromeó: "Prometo que nunca volveré". (Editado en español por Carlos aliaga y Patricia Avila)