26 mar - (Sentido Común) - El Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, o GACM, la empresa estatal que está en proceso de construir la nueva terminal aérea de la Ciudad de México, anunció que obtuvo 30 mil millones de pesos (mil 622 millones de dólares) con la colocación de títulos en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
Los títulos que vendió la empresa fueron los llamados fibra E, que son instrumentos que dan a sus propietarios el derecho para recibir los flujos que generan obras del sector energético o de infraestructura. Con esta colocación, tres empresas son las que han vendido este tipo de instrumentos en el mercado mexicano para hacerse de recursos y poder financiar obras vinculadas al sector energético o de infraestructura.
Con la venta de su fibra E, GACM obtuvo la totalidad de recursos que había planeado recabar con esta oferta inicial y que utilizará exclusivamente para financiar el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).
La colocación se dio a pesar de la oposición a esa obra de infraestructura por parte de Andrés Manuel López Obrador, el candidato presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia y quien encabeza las encuestas sobre las preferencias electorales con un margen de más de 10 puntos sobre su más cercano perseguidor.
Así, la venta de los títulos demuestra, de cierta manera, que los inversionistas institucionales, entre ellos fondos de pensiones, confían en que el proyecto, a pesar de la oposición del mismo de López Obrador, podrá concluirse y ponerse en operación si él gana la elección presidencial del 1 de julio.
"Esta transacción representa un parteaguas para proyectos de infraestructura en el país ya que se trata de un esquema de financiamiento innovador que permite que los fondos de pensiones inviertan en proyectos de infraestructura de largo plazo", dijo el GACM en un comunicado.
Con la venta de las fibras E, la nueva terminal aérea será propiedad, de forma indirecta, de millones de trabajadores, quienes, de manera indirecta, a través de los recursos que tienen depositados en las administradoras de fondos para el retiro, o afores, están apoyando el financiamiento de esa obra.
Obviamente que con los recursos que las afores están invirtiendo en el proyecto, éstas esperan poder incrementar el monto de los recursos para el retiro de los trabajadores ya que GACM espera que la nueva terminal aérea, como lo son los aeropuertos, sea una obra rentable por el cobro Tarifa de Uso Aeroportuario, y la renta de espacios comerciales, entre otras fuentes de ingreso.
Previa a la nueva colocación de una fibra E, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la empresa eléctrica estatal, también emitió un instrumento similar, lo que la convirtió en la primera empresa gubernamental en aprovechar la emisión de estos nuevos instrumentos.
En el caso de CFE, la empresa recabó 16 mil 211 millones de pesos (871 millones de dólares) para financiar proyectos de transmisión de electricidad.
Claro que a diferencia de esa fibra, la nueva de GACM enfrenta riesgos adicionales por la oposición a la obra de López Obrador, quien compite por tercera vez por la presidencia en representación de los partidos Movimiento Regeneración Nacional (Morena), del Trabajo (PT (OTC:PTGCY)) y Encuentro Social (PES).
El riesgo se da ante el liderazgo de López Obrador en todas las encuestas, con una amplia ventaja con respecto a Ricardo Anaya, el candidato de la coalición Por México al Frente, y José Antonio Meade, de la asociación Todos por México.
Los riesgos del proyecto los reconoció GACM de forma general en el prospecto preliminar de colocación de la fibra E.
"El nuevo presidente electo asumirá el cargo a partir del 1 de diciembre de 2018. No hay certeza respecto a los efectos que las nuevas políticas y acciones que una nueva administración podría implementar y llevar a cabo en relación con la economía mexicana, así como las reformas sustanciales a la legislación aplicable", escribió GACM.
López Obrador, quien también ha puesto en tela de juicio los contratos de exploración y extracción petrolera que el gobierno ha asignado a lo largo de los últimos dos años como resultado de la llamada reforma energética, ha dicho en reiteradas ocasiones que prefiere ampliar el Aeropuerto Militar de Santa Lucía a seguir edificando la nueva terminal.
El candidato de Morena, PT y PES quiere construir dos pistas en San Luis y mantener abierta la actual terminal aérea de la Ciudad de México.
El candidato presidencial incluso dijo en los últimos días que analiza presentar amparos para frenar la entrega de nuevos contratos para las obras de construcción del nuevo aeropuerto.
"Están entregando contratos para comprometer al gobierno próximo. . . quieren amarrarnos las manos, que no tengamos recursos", dijo López Obrador en un encuentro con medios, sin aparentemente saber que la mayor parte de los recursos para financiar la construcción de la nueva terminal aérea --64%-- provienen de recursos privados.
El costo estimado de la nueva terminal aérea es de 13 mil 300 millones de dólares, de los cuales 36%, o cuatro mil 788 millones de dólares, provendrán de recursos públicos, y el resto de bancos, inversionistas u otros acreedores.
En un inicio, el gobierno estimó que la edificación de la nueva terminal aérea costaría nueve mil millones de dólares, una cifra que ya resulta 47% inferior al costo actualizado que implicará la obra de infraestructura aeroportuaria.
Hasta ahora el nuevo aeropuerto ya obtuvo mil 250 millones de dólares por parte del gobierno federal, al tiempo que ya recabó seis mil millones con la venta de bonos verdes en los mercados internacionales que vencen entre 2026 y 2047.
Ahora recibió mil 622 millones de dólares con la venta de su fibra E.
La principal fuente de repago de los recursos privados son los fondos que obtiene GACM a través de la aplicación del TUA en las operaciones aeroportuarias de la actual terminal aérea de la capital, que desde el punto de vista de los directivos de la empresa estatal más que aseguran que esa obra no se tornará en algo riesgoso para el gobierno federal.
Hasta ahora, en la construcción de la nueva terminal aeroportuaria están participando un buen número de empresas constructoras, como Empresas ICA (OTC:ICAYY) y Operadora Cicsa, que ya edificaron bardas y caminos de acceso y que ahora están edificando el edificio terminal y la torre de control, entre otras obras.
De acuerdo con su prospecto, el GACM vendió 300 millones de certificados bursátiles fiduciarios de inversión en energía e infraestructura, o CBFEs, a un precio individual de 100 pesos.
La nueva fibra, cuya clave de pizarra será FNAIM, utilizará los recursos para comprar un interés en el propio GACM y en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), gracias a lo que tendrá derecho a recibir parte de los flujos generados tanto por el actual aeropuerto como por el nuevo. (Redacción Sentido Común)