(Actualiza con ejecución)
8 nov (Reuters) - Estados Unidos ejecutó el miércoles en la noche al ciudadano mexicano Rubén Cárdenas, de 47 años, pese a los reclamos de funcionarios mexicanos y dos expertos de Naciones Unidas.
Cárdenas fue hallado culpable del secuestro, violación y asesinato, en febrero de 1997, de su prima de 16 años, Mayra Laguna, en el sur de Texas. El condenado dijo a los investigadores que había consumido cocaína.
El caso de Cárdenas provocó protestas de diplomáticos mexicanos, que habían dicho que los fiscales de Texas no siguieron el debido proceso y no permitieron que Cárdenas hablara con funcionarios consulares mexicanos.
El Senado de México había pedido al presidente Enrique Peña Nieto que solicitara al gobernador de Texas, Greg Abbott (NYSE:ABT), y al mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, un nuevo juicio.
Marcela Guerra, senadora del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) que encabeza el comité de Relaciones Exteriores para América del Norte, había pedido a Abbott que intercediera, con el argumento de que los derechos de Cárdenas fueron violados.
Guerra dijo que había pruebas sólidas de que Cárdenas podría haber hecho una confesión bajo coacción, lo que es completamente ilegal.
Dos expertos en derechos humanos que asesoran a las Naciones Unidas dijeron en una declaración esta semana en Ginebra que si Texas ejecuta a Cárdenas, el Gobierno de Estados Unidos habrá implementado una pena de muerte sin cumplir con los estándares internacionales de derechos humanos.
Anteriormente el miércoles, Florida ejecutó a Patrick Hannon, de 53 años, quien fue declarado culpable de los asesinatos de dos hombres en enero de 1991. (Reporte de Bernie Woodall en Fort Lauderdale; reporte adicional de Dave Graham en Ciudad de México)