Pues ni por ésas. Ni siendo feriado, ni con Colón ni las carabelas, Wall Street logró salvar el pescuezo y eso es mala señal. Sobre todo el final de la jornada fue horrendo. Y terminó de nuevo en los mínimos de la sesión. La jornada estuvo contenida hasta una hora antes del cierre, moviéndose en márgenes estrechos. Había poco interés en el parqué, con el mercado de bonos cerrado y escasa información moviendo el ánimo de los inversionistas. Pero de pronto, en un descuido, los “bears” tomaron el parqué y en la última hora los mercados se hundieron. Después de tres semanas consecutivas de pérdidas en el S&P’s 500, luego de que la semana pasada fuera la peor en mucho tiempo, la última hora del lunes fue espantosa, y las caídas, de nuevo, muy superiores al 1%.
Al final de la sesión, el Dow 30 perdía un 1.35% para terminar en los 16,321.07 pts en tanto el NASDAQ 100 se hundía un 0.46% para acabar en los 4,213.66 pts. El S&P’s 500 se despeñaba un 1.65% para concluir en los 1,874.74 pts. Con la jornada de hoy el S&P’s 500 destrozó el soporte de los 1,909 pts del 7 de agosto, y queda sumido en el vacío, buscando un piso en el que detener la caída: su cotización es ya inferior al promedio móvil de los últimos 200 días (y hace menos de un mes cotizaba en un nuevo récord histórico).
Pero lo peor de todo es que no hubo una gran razón para vender, más allá del escepticismo que rodea ahora a los inversionistas con respecto al devenir de la economía mundial. Se dice que la causa estuvo en un avión de la aerolínea de Emiratos Árabes que aterrizó en Boston y que fue rodeado por equipo médico y cinco pasajeros fueran sacados del avión.
Sea como sea, sin esperarlo, de pronto, a una hora del cierre, se acumularon las órdenes de venta en una jornada en la que el poco volumen hizo que pronto se ahondaran las pérdidas. Con la caída de hoy, la ganancia del S&P’s 500 en el año apenas es de 1.4% y en el Dow ya se acumulan pérdidas de 1.5%. El Nasdaq, que se ha llevado la peor parte en este declive, ofrece ya un rendimiento positivo de sólo 0.9%. El índice VIX de volatilidad trepó hoy un 13% adicional para cerrar en 24, el nivel más alto desde junio de 2012. La semana pasada el índice voló un 46%.
Quizás el primer soporte del S&P’s 500 sea, directamente, el nivel donde terminó el año pasado, los 1,848 pts. Veremos si ahí el S&P’s 500 logra hacer pie. En caso de que no, el siguiente nivel serían los 1,815 pts que tocó el pasado 11 de abril.
Arrastrando a los mercados estuvo el precio del petróleo: ya desde la mañana se hacía pedazos luego de que Arabia Saudí, el principal productor de crudo de la OPEP, dijera que venían uno o dos años en los que el petróleo cotizaría por debajo de los 90 dólares, y quizás de los 80 dólares. Los futuros del barril del WTI perdió en la jornada un 0.8% para acabar en los 85.15 dólares en tanto el Brent se derrumbó un 2.3% para concluir en los 88.17 dólares, o un mínimo de 4 años. Ambas referencias se encuentran ya en “bear market”.
En consecuencia, el sector más golpeado hoy fue, de nuevo, el energético, con un derrumbe del 3.1%, seguido del de materiales básicos (-2.4%) y consumo de servicios (-2.2%) tres sectores muy ligados al ciclo económico. En el sector de servicios le fue especialmente mal al subsector de las aerolíneas, que se hundió un 6.3%. con caídas muy pronunciadas de United Continental Holdings (-7.3%), JetBlue Airways (-6.5%), Delta Airlines (-6.1%) y Southwest Airlines (-5.5%), debido al temor con los casos de ébola. El sector salud también se vio golpeado con una caída de 2.3%.
En Estados Unidos, durante el fin de semana, el vicepresidente de la Reserva Federal, Stanley Fischer, dijo que debido a la debilidad de la recuperación económica global, el inicio de un ciclo de subida de tasas de interés en Estados Unidos podría retrasarse. Aún así, sus comentarios no lograron apaciguar los ánimos. El presidente de la Fed de Chicago, Charles Evans, en la misma línea, dijo que la Fed tendrá que ser “excepcionalmente paciente” con el tema de las tasas de interés. Tampoco la fortaleza de las exportaciones chinas logró impedir otra jornada funesta en los mercados.
Europa se salvó porque cuando Estados Unidos se derrumbó ya habían cerrado. Pero a ver cómo abren mañana. Hoy, el Ftse-100 de Londres ganó un 0.4%, el Cac-40 de París un 0.1%, el Dax de Francfort un 0.3% y el Ibex-35 de Madrid un 0.4%.
Mañana la agenda económica de Estados Unidos estará completamente vacía. Pero no le pierdan el ojo a los reportes corporativos: mañana antes de la apertura sacará sus números tres gigantes financieros: Citigroup, JP Morgan y Wells Fargo, además de Johnson & Johnson. Al cierre tendremos los resultados del mayor fabricante de chips del mundo, Intel. Ahí es nada.