Como decíamos al final del preludio de esta mañana, a Wall Street le gustan las guerras. Y una vez digerido el susto inicial, esto es, el anuncio de ayer del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de que autorizaba los ataques aéreos en Irak si era necesario, Wall Street reaccionó bien, muy bien, cuando supo, por boca del Pentágono, que ya aviones estadounidenses habían realizado sus primeros ataques sobre posiciones yihadistas. Cuando ya por la tarde se informó de una segunda ronda de ataques de Estados Unidos, los mercados se desbocaron y el Dow Jones y el S&P’s 500 acabaron por encima del 1%.
De modo que al mercado le fue muy mal durante la noche, y así terminó Asia, sobre todo el Nikkei 225 de Tokio, que se hundió casi un 3%. Pero después fue mejorando y Europa, que llegó a registrar pérdidas superiores al 1%, terminó mixto, con ligeras alzas en Milán y Madrid, y moderados retrocesos en Francfort y París. Entre tanto, los futuros de Wall Street rebotaron de los mínimos de la noche y lograron recuperarse para garantizar una apertura plana en Nueva York. Pero al final, con los últimos ataques, la jornada concluyó con rally.
Al cierre de la sesión, el Dow 30 subía un 1.13% para acabar en los 16,553.93 pts en tanto el Nasdaq ganaba un 0.83% para terminar en los 4,370.90 pts. El S&P’s 500 trepaba un 1.15% para concluir en los 1,931.59 pts, su mayor subida en un día desde marzo. Con el sólido avance de este viernes, Wall Street logró salvar esta complicada semana y los tres índices acabaron con ganancias durante estos últimos cinco días. El saldo de la semana para el Dow Jones fue de un aumento de 0.4% y el del S&P’s 500 de un incremento del 0.3%.
La jornada estuvo dominada por el ataque aéreo de Estados Unidos a objetivos yihadistas en Irak. Se anunciaron dos: el primero justo antes de la apertura, y el segundo rumbo al cierre. Ambos se produjeron en el norte del país, cerca de la capital kurda Erbil, donde se calcula que hay 150 militares estadounidenses.
También ayudó al humor del mercado los acontecimientos en Ucrania, donde parece que el gobierno del presidente ruso, Vladimir Putin, ha querido relajar un poco las tensiones que se elevaron tras las sanciones que Estados Unidos y la Unión Europea impusieron al gobierno ruso. En primer lugar, hubo informaciones de que Rusia había terminado sus ejercicios de defensa aérea. Por otro lado, Rusia pudo ofrecerse de mediador entre Ucrania y las fuerzas separatistas, lo que abre de nuevo los esfuerzos diplomáticos luego de que fracasaran las plática que a cuatro partes mantuvieron Ucrania, Rusia, Estados Unidos y la Unión Europea.
Entre los ataques aéreos a Irak y el relajamiento de las tensiones en Ucrania, los inversionistas volvieron a subirse a un mercado que había descendido en los últimos días, y lo hicieron con bastante ímpetu, como si los recientes declives ofrecieran buenas oportunidades de compra.
Sin embargo, y pese al rally de hoy, los riesgos geopolíticos siguen bastante patente. Por esa razón, la tasa del bono de 10 años llegó a hundirse hoy hasta el 2.37%, su nivel más bajo desde junio de 2013.
Frente a esos acontecimientos, el repunte de la productividad durante el segundo trimestre del año así como la consiguiente moderación de los costos laborales unitarios, o los inventarios mayoristas, tuvieron poco impacto en el mercado.
En el rebote, los 10 sectores del S&P’s 500 acabaron con subidas. Treparon con fuerza el de servicios públicos (+2.0%), el de petróleo y gas (1.7%), el industrial (+1.3%) y el de consumo de servicios (+1.3%). El de menor ímpetu fue el de telecomuniaciones (+0.5%).
Por tanto, pareciera que Wall Street vio el reciente declive como una oportunidad de compra. Así lo manifestaron este viernes, donde aplaudieron los ataques de los aviones estadounidenses como el aparente repliegue de Rusia ante la crisis de Ucrania. A ver si esa percepción se confirma durante el fin de semana y el rally de este viernes se prolonga durante la semana que viene.