El mercado bursátil argentino terminó una semana negativa debido a una toma de utilidades que se generó ante el inicio del debate en el Senado de los proyectos de reforma laboral, tributaria y previsional. En un escenario tenso, con varios focos de conflictos a partir de los cambios estructurales alentados por el oficialismo, la rotación de carteras no se hizo esperar y, a partir de ese momento, se pudo observar un marcado descenso en demanda de activos asociados con el riesgo.
Si bien muchos analistas estiman que la bolsa argentina todavía tiene un largo camino alcista por recorrer, las próximas jornadas deberían mostrar un mercado sesgado por la selectividad, en donde las acciones de empresas con buenos fundamentos y perspectivas optimistas para enfrentar el año 2018, se tendrían que imponer como instrumentos de refugio para aquellos inversores que a pesar de lo incierto del mercado deben mantener sus posiciones en inversiones de renta variable.
Las altas tasas que pagan las Lebac son un atractivo para los ahorristas más conservadores, mientras que los bonos en dólares comienzan a tomar impulso a la espera de una devaluación del peso en un escenario que se presenta con un notorio atraso cambiario.
Durante los últimos días de noviembre, fue posible observar que los títulos públicos de más largo plazo comenzaron a invertir ligeramente la tendencia, aunque estos instrumentos dependen en gran medida del comportamiento que desarrolle el billete verde en el mercado doméstico, recordemos que los inversores buscan anticiparse a los sucesos futuros y esto podría suponer expectativas de un dólar más caro para los primeros meses del año próximo.
En el mercado accionario, por su parte, se produjo una reacción de las empresas vinculadas con el sector agrícola, luego de que el Ministerio de Agroindustria anunció que se va a reactivar la prenda ganadera, una herramienta financiera que les permite a los productores ofrecer su hacienda en forma de garantía para tomar créditos productivos. A partir de esta medida, el Gobierno se propone fomentar inversiones en el campo a través de préstamos a tasas bajas, lo que motorizó una mayor demanda de acciones relacionadas con este sector, como fueron los casos de Cresud (BA:CRE), Carlos Casado y Agrometal (BA:AGR), que en la última rueda de operaciones se alejaron de zonas de soportes para intentar un cambio de tendencia.
Cresud es una empresa agropecuaria argentina que tiene el foco de sus negocios ubicado principalmente en nuestro país, como así también en Brasil, a través de su inversión en la firma Brasilagro, y ha logrado desarrollar un proyecto ganadero sustentable que mantiene una alta producción en la provincia de Salta, realiza todo el ciclo ganadero de forma completa y comercializa sus productos mediante una planta frigorífica. Sus acciones, subieron el viernes 3% en la bolsa porteña, tras golpear un mínimo de algo más de un mes por debajo de los 35 pesos.
Asimismo, las acciones de Agrometal también recuperaron el interés de los operadores, luego de un informe publicado por el Indec que sugería un aumento en la venta de maquinarias agrícolas de más de 30% en el tercer trimestre del año, al mismo tiempo que la firma de Monte Maíz continúa expandiendo sus actividades impulsando nuevas inversiones en el aérea de tecnología con el objetivo de aumentar la producción de su fábrica. Las acciones de la empresa cordobesa escalaron en la última semana 2,78% hasta la cota de 24 pesos, un nivel que los operadores ven muy atractivo y lo consideran como oportunidad de compra para portafolios más arriesgados.
El petróleo cortó su escalada alcista presionado por los temores que generó el informe del Ministerio de Energía ruso en el cual se destacó que la producción en el país europeo subió en el mes de noviembre, noticia que contrasta con el acuerdo de Rusia con los miembros de la OPEP para reducir la explotación de crudo a nivel global. No obstante, las acciones de Phoenix Global Resources (PGR), ex Andes Energía, se recuperaron de las pérdidas previas y terminaron la semana con un alza de 6,85%, tomando una directriz contraria al resto de las acciones petroleras que cotizan en la bolsa argentina y, que ante el retroceso del oro negro, perdieron valor bursátil a lo largo de los cinco días de operaciones.
Sin dudas, las letras del Banco Central siguen siendo el instrumento financiero preferido por los inversores, producto de la debilidad que experimenta el dólar en su paridad con el peso, y además, como consecuencia de un menor apetito por el riesgo en el mercado local, al tiempo que algunos títulos públicos continúan defendiendo valor en medio de las expectativas que crea en el mercado financiero el mejor comportamiento de la economía argentino.