La empresa alemana de ropa deportiva, Adidas (DE:ADSGN), informó que sus actividades en China se redujeron un 85% en enero. A través de un comunicado, la compañía explicó que las medidas implementadas por el gobierno para evitar la propagación del coronavirus tuvieron un impacto brutal en el consumo de sus productos.
Debido al brote del COVID-19, la firma de indumentaria decidió cerrar un número ″importante″ de comercios en el gigante asiático con el objetivo de “garantizar la seguridad personal y financiera” de sus empleados.
Enero suele ser un buen mes para la actividad económica de China gracias a las fiestas del Año Nuevo Lunar. Sin embargo, la neumonía de Wuhan ha afectado seriamente a la vida cotidiana en este 2020 y terminó registrando una fuerte decadencia en comparación al mismo período del año pasado.
“Nos mantenemos en estrecha colaboración con las autoridades chinas”, informó la empresa.
En sintonía con la debacle de Adidas (DE:ADSGN), su principal competencia en Alemania, Puma (DE:PUMG), también advirtió que sus operaciones comerciales en China están siendo “gravemente afectadas por las medidas de seguridad y las restricciones gubernamentales”.
En este marco, la compañía admitió que ″es imposible predecir el impacto que producirá a corto y mediano plazo″.
Por su parte, la marca estadounidense Nike (NYSE:NKE) explicó que su situación es similar al de sus competidoras y afirmó que para enero espera un “gran impacto” en la actividad de su negocio en China.
A pesar de las malas señales que dan varias multinacionales sobre la abrupta caída del consumo y de la economía real en China, los mercados financieros internacionales todavía no han reaccionado de forma muy negativa.
Desde que comenzó febrero, el principal índice chino, el Shanghái Composite, se revalorizó más de un 10%, en parte gracias a las declaraciones del gobierno de Xi Jinping sobre una ″desaceleración″ en el número de infectados.
Según los datos oficiales, es cierto que la cantidad de nuevas personas contagiadas por el virus se reduce cada día en la China continental.
Sin embargo, en los últimos días, el COVID-19 ha logrado propagarse con fuerza en Corea del Sur, donde la cantidad de infectados pasó de 31 a 204 en apenas tres días.
Ante el considerable aumento de enfermos en el resto del mundo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) manifestó su preocupación por ″la aparición de casos del nuevo coronavirus fuera de China que no muestran un vínculo epidemiológico claro con el origen de la epidemia″.
Actualmente, el coronavirus ha infectado a más de 77.000 personas en todo el mundo y le ha causado la muerte de 2.250 personas desde que empezó el brote a fines de diciembre del 2019 en Wuhan.