La semana pasada, el oro se enfrentó a un resultado casi binario entre la toma de ganancias o una extensión por encima de la resistencia clave, dependiendo de la dirección que tomara la oposición norcoreana. Desde entonces, los esfuerzos de ambas partes han logrado reducir la tensión al menos por ahora. En particular, el liderazgo norcoreano retiró una noche su retórica de confrontación con los Estados Unidos y desechó sus planes para atacar a Guam.
El oro, al igual que otros activos de refugio seguro, ha sufrido como consecuencia, con el cruce dólar-yen (USDJPY) aumentando aún más después de no poder romper el soporte clave por debajo de 109 la semana pasada. Las acciones han demostrado una vez más ser incapaces de encadenar más de un par de días de debilidad antes de recuperarse fuertemente.
Además, el mercado de bonos y el dólar estadounidense reaccionaron a una inclinación al ala dura o "hawkish" del presidente de la Fed de Nueva York, William Dudley, quien dijo ayer en una entrevista que no es irrazonable esperar el anuncio de la reducción del balance de la entidad en septiembre. Dudley también señaló que los próximos cuatro a seis meses son fundamentales para saber si la suavidad reciente en el IPC de los EE.UU. es meramente debido a factores excepcionales.
Estos acontecimientos han obligado nuevamente a una reducción en las apuestas alcistas de los fondos, que durante un período de tres semanas hasta el 8 de agosto, compraron 11 millones de onzas de oro por encima de 1.254 dólares por unidad. Aunque la posición larga neta actual de 13,9 millones de onzas es sólo la mitad del pico visto durante los últimos 12 meses, es la velocidad de estas compras lo que, una vez más, plantea un desafío.
Corea del Norte seguirá creando titulares preocupantes, pero por ahora el enfoque en el mercado del oro está firmemente de vuelta en tratar de establecer un soporte. Mucho dependerá de si los inversionistas perciben la incertidumbre actual como una garantía de la continua demanda de refugio seguro y diversificación.
Después de haber visto dos frustradas corridas alcistas en los últimos cuatro meses, los operadores de corto plazo ahora estarán viendo las caídas en el oro como el camino de menor resistencia. Sin embargo, el oro al contado ha obtenido hasta ahora un soporte en 1.272 dólares por onza troy después de desandar la mitad del último rally que comenzó tras la advertencia del presidente estadounidense, Donald Trump, de "fuego y furia" a Corea del Norte.
Fuente: DIF Markets