El día de hoy, se publicó por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) el indicador de la inversión fija bruta, mismo que proporciona información que permite un amplio conocimiento sobre el comportamiento mensual de la inversión en general, la cual está integrada por los gastos en adquisición de bienes que serán utilizados en el proceso productivo durante más de un año, y refiere a la parte del valor agregado bruto de la economía que se invierte en lugar de dedicarse al consumo.
Según el INEGI, la inversión fija bruta (IFB) en el país reportó una baja en términos reales de 1.3% en abril de este año a tasa mensual. A tasa anual, la inversión fija bruta cayó un 2.7% en igual período.
Desagregando el último dato, el gasto de inversión en construcción cayó un 6.7%, y el gasto en maquinaria y equipo subió 4.7%.
En la siguiente gráfica se aprecia la alta correlación que hay entre la IFB y el comportamiento de la economía en su conjunto.
Fuente: Elaboración propia en base a datos de INEGI.
La línea roja de la gráfica indica la tendencia histórica del crecimiento de la inversión en el país y como se ve, va a la baja. La correlación del crecimiento de la IFB con el crecimiento del PIB es de casi 60%; de ahí entonces que no sea de extrañar que se presenten las tasas de crecimiento del PIB en el país tan moderadas como se han dejado ver desde hace ya décadas.
Fuente: Elaboración propia con base en datos de INEGI.
La evolución de la IFB en términos reales ha sido muy volátil en este breve análisis histórico, y sólo en parte lo ha sido porque está correlacionada en importante grado con la inversión pública. Como se observa, la IFB mostró una clara tendencia creciente hasta el año 2012 aproximadamente y desde entonces se ha vuelto una serie estacionaria.
Este año y el siguiente se observará una reducción en el gasto público buscándose la consolidación fiscal, o al menos detener la tendencia creciente de la ratio deuda a PIB. Un segmento que ha sido y seguirá siendo sacrificado para esto es la inversión pública que no es sustituida por la privada sino que es posible se encadene con ésta última para seguir estancando su comportamiento.
Luego, con los importantes escalonamientos de la meta en precios del país, la variable consumo interno que hasta el año pasado venía apuntalando el crecimiento en buena medida, se ha visto mermada en términos reales.
Así, el consumo externo parece que seguirá siendo la principal fuente de dinamismo para la economía nacional hacia adelante.