La Reserva Federal de Estados Unidos (FED) aumentó este miércoles su rango de tasas en 25 puntos base y ahora se ubica entre 1,50% y 1,75%. El crecimiento económico estadounidense revisado al alza a inicio de año (el FMI subió su proyección de 2,3% a 2,7% para el 2018), sumado a las disminuciones en la tasa de desempleo, daban señales al mercado de que el aumento era casi inminente.
Con ello, distintos analistas empiezan a proyectar cuatro aumentos en la tasa para este año, en lugar de tres. No obstante, esa postura más agresiva de la FED va a depender de la trayectoria de la inflación en los próximos meses y del impacto, en términos de crecimiento, del Plan de Reducción de Impuestos.
Actualmente, la tasa interanual de la inflación se encuentra 2,1%, dejando la variación promedio de los últimos 12 meses en 2,1%. Además, la medida más utilizada por la FED, el PCE, continúa oscilando por debajo 2,0%. A pesar de eso, se espera que la robustez en el mercado desencadene un mayor ingreso disponible los hogares, generando un mayor consumo, que puede presionar los precios en los próximos meses.