• El saldo de la balanza comercial fue superavitario por $590 mdd vs -$450 est.
• Las exportaciones (-0.1% m/m) se vieron impactadas por la propagación de Ómicron
• Con +4.9% mensual, las importaciones tuvieron su tercer mejor desempeño de 2021.
A pesar de los estragos con la variante del Covid, el comercio exterior mostró resiliencia
En diciembre, la balanza comercial obtuvo un superávit de $590 millones de dólares (mdd) que sorprendió notablemente respecto a la expectativa del consenso de un déficit de $450 mdd. Con ello el saldo total del 2021 es de -$11,543, lo que regresa a la balanza a su condición natural deficitaria tras dos años consecutivos de superávits. El monto, de hecho, es muy similar al promedio de -$11,091 que se dio entre 2014 y 2018, los 5 años previos al comienzo de la actual administración. De manera general, la balanza cerró el año en una situación equilibrada pues en términos absolutos, el saldo de diciembre tuvo la tercera menor magnitud del año y la tercera menor para un mismo mes comparable en los últimos 10 años. Ello refleja principalmente el sólido patrón de recuperación que han mantenido las exportaciones desde septiembre, pues se habían mantenido rezagadas durante gran parte de 2021.
Las exportaciones (-0.10% m/m) se vieron impactadas por la propagación de Ómicron
No obstante, las cifras de diciembre están impactadas por un sesgo estacional muy marcado y que suele concentrarse más del lado de las exportaciones. Por ello, el análisis con cifras reales, ajustadas por estacionalidad, arroja un saldo deficitario de $1,837 mdd y muestra que, si bien las exportaciones remontaron en el 4T-21, hacia el cierre de año padecieron por las limitaciones que la propagación de Ómicron impuso sobre las cadenas globales de valor y los precios del crudo. De esta manera, las exportaciones manufactureras tuvieron un avance de solo 0.5% m/m a partir del contraste entre los envíos automotrices (-8.8%) y el resto (+5.2%).
Con +4.86% mensual, las importaciones tuvieron su tercer mejor desempeño de 2021
En cuanto a las importaciones, se vivió el efecto contrario, pues mientras que el periodo entre agosto y noviembre fue de debilidad con una tasa de variación promedio de -0.29% m/m, en diciembre tuvieron un aumento de 4.86% que fue su tercer mejor resultado del año. El alza, estuvo respaldada por crecimientos importantes en los bienes de consumo (+7.7% m/m) y de uso intermedio (+4.9%), lo que encaja por un lado con la perspectiva robusta de la demanda interna y por el otro podría señalar una mejora de las condiciones manufactureras en enero.
El volumen comercial tuvo un alza de 2.37% m/m y ascendió a $94,795 mdd
A nivel agregado, el volumen comercial fue de $94,795 mdd, lo que implica un alza de 18.6% anual vs 24.2% previo. Además, con cifras desestacionalizadas, el volumen total tuvo un alza de 2.37% m/m frente a la de 3.69% previa, lo que manifiesta un ritmo destacado, pues a tasa trimestral, el cuarto trimestre habría avanzado 2.45% en línea con la fortaleza que se mostró hoy al interior del PIB estadounidense. Por último, en el mes el volumen de comercio no petrolero ascendió a 91.5% del total, cerca de su promedio del año en 91.8%.
La importancia relativa del comercio exterior en la economía sigue creciendo
Respecto a la dinámica en el contexto de la oferta y demanda agregada, la trayectoria reciente de la economía mexicana es de debilidad, por lo que el PIB al cuarto trimestre podría registrar una variación negativa. En el mejor de los casos, si la actividad resultara estancada en comparación con el trimestre previo, exportaciones e importaciones seguirían ganando terreno, como ha sucedido todo el año. A partir de las cifras de hoy, pensamos que las primeras representarán cerca de 40% del PIB del trimestre, mientras que las importaciones tendrán una participación de alrededor del 39%. Con ello, el sector externo de la economía reflejaría los adelantos en la recuperación que sostienen frente a otros elementos, pues su participación en el PIB anual sería cercana a 38%, por encima de la tendencia que prevaleció en los años anteriores a la pandemia.
Rumbo económico
Las cifras de comercio durante diciembre muestran algo de resiliencia ante la desaceleración e incertidumbre que se dio en las primeras semanas de propagación de la variante Ómicron, pues el golpe pudo haber sido mayor en el caso de las exportaciones. Adicionalmente, el balance del año sugiere que el déficit tenderá a crecer en los próximos meses como producto de un desgaste sostenido en la tasa de crecimiento de estas últimas. A su vez, dicho comportamiento es uno de los elementos que sostiene nuestra perspectiva de depreciación del tipo de cambio, que sirve como válvula de ajuste de los desequilibrios externos de nuestra economía. De momento, mantenemos nuestro pronóstico de que la cotización del peso alcance los $21.70 al cierre del año. Tras la publicación del dato, nuestra moneda se ha mantenido volátil en torno a los $20.72 por dólar.