El Banco Central de Chile dejó estable el martes su tasa de interés referencial en 3,5%, en una decisión esperada por el mercado, pero abrió la puerta a un relajamiento de su política monetaria ante una debilitada economía.
Con esta decisión del consejo, en que el economista Mario Marcel presidió como nuevo jefe del Banco Central, la Tasa de Política Monetaria (TPM) completó un año en su actual nivel.
No obstante, el instituto emisor admitió su preocupación por los datos de la actividad doméstica, por lo que introdujo un sesgo expansivo en su política monetaria.
La entidad puso énfasis en el bajo desempeño del sector minero e industrial, en medio de un mercado laboral que sigue ajustándose y expectativas de inflación para los próximos meses que se sitúan en la parte baja del rango de tolerancia.
"El Consejo estima que, de persistir las tendencias recientes del escenario económico así como sus implicancias para las perspectivas de la inflación de mediano plazo, se hará necesario incrementar el impulso monetario", dijo el ente rector en un comunicado.
El cambio de sesgo abriría de inmediato la posibilidad de recortes a partir de enero, según expertos.
La mantención de la tasa ocurrió un día antes de que la Reserva Federal de Estados Unidos anuncie sus medidas de política monetaria, por lo que el Banco Central chileno fue cauteloso antes de introducir un mayor estímulo a la economía.