Son claras las señales de que urge comenzar a ajustar a la baja la tasa de referencia, pero el Banco de México (Banxico) sigue obstinado en su postura monetaria demasiado restrictiva (tipos de interés altos), con lo que contribuye –más que nada– a mantener inflado al peso. Y eso, sin duda, tendrá implicaciones negativas de largo plazo para la economía del país.
¡Mientras tanto que siga la borrachera del peso, que en el camino va dejando a muchos con los bolsillos agujereados!
Pero veamos: a pesar de la retórica restrictiva del Instituto Central en su más reciente decisión de política monetaria, de mantener sin cambios la tasa de interés en 11.25 por ciento, los analistas económicos sostienen sus pronósticos de una inminente disminución a ese índice de referencia. Ojalá, aunque lo dudamos en este espacio.
Sólo como ejemplo, la Encuesta Citibanamex de Expectativas entre expertos concluye que eventualmente el banco central empezará a hacer recortes en las tasas el presente año. ¿De qué magnitud? Estiman que la reducción será de 25 puntos base, llevando su referencial al 11 por ciento a finales de diciembre, es decir, sería una baja demasiado tenue.
En serio, ya resulta preocupante la terquedad con que Banxico sostiene su posición en extremo restrictiva, a pesar de las circunstancias cambiantes. Y aunque algunos analistas esperan un primer recorte en noviembre, la institución ha insistido en su argumento de que la inflación y los riesgos de que suba aún más justifican su actual postura.
Las minutas confirman la necedad de Banxico
Tal inmovilismo se refleja claramente en las minutas de la más reciente decisión del Instituto Central, pues en ellas reconoce que existen señales positivas en torno de la inflación, impulsadas por varios factores, como la mitigación de impactos pandémicos y conflictos geopolíticos, pero sigue apegada a su visión de que el panorama es complejo y que en la inflación subyacente persisten riesgos al alza.
Si bien este cauteloso enfoque es comprensible, está llevando a un demasiado sospechoso e innecesario endurecimiento de la política monetaria, lo que está asfixiando a la economía, que ya da signos fuertes de estancamiento con inflación (estanflación).
“Se debe transmitir que actualmente no es prudente discutir la posibilidad de recortes en la tasa de referencia y que deberá continuar en su nivel actual por un tiempo prolongado que permita observar mejoras sustanciales en el panorama inflacionario, al tiempo que busque propiciar un ajuste ordenado de la economía y de los mercados”, se lee en las minutas.
Ese argumento de mantener una postura restrictiva para asegurar la convergencia hacia la meta de inflación del 3 por ciento ya es contraproducente. Los economistas de BBVA Research subrayan la importancia de un ciclo de recortes en los tipos de interés para evitar un endurecimiento excesivo de la política monetaria, en especial si la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos decide subir de nuevo sus tasas. Y en eso estamos de acuerdo.
Datos manufactureros de EU impulsan los precios del oro
Mientras, el mercado del oro está experimentado una marcada actividad impulsada por flujos de inversores en busca de refugio seguro; esto, en respuesta a decepcionantes resultados de los sectores manufacturero y servicios de Estados Unidos.
Los datos preliminares del manufacturero Índice de Gerentes de Compras (PMI, por sus siglas en inglés) de S&P Global Flash de EU han provocado sorpresa al ubicarlo en el 47 por ciento, una caída significativa desde julio, cuando se situó en el 49 por ciento. Esa cifra ha quedado por debajo de las estimaciones del consenso de economistas, que esperaban una lectura relativamente estable, del 48.9 por ciento.
En los últimos seis meses –subraya el informe–, la actividad en el sector servicios ha llegado a su punto más bajo. Y la respuesta en los mercados no se hizo esperar: los futuros del precio del oro para diciembre alcanzaron los 1,946.50 dólares por onza.
La desaceleración de la actividad empresarial durante agosto plantea interrogantes sobre la solidez del crecimiento económico estadounidense para el tercer trimestre, pues la aceleración liderada por los servicios parece haberse desvanecido, acompañada de una nueva caída en la producción manufacturera, advierten los analistas del proveedor de información financiera S&P Global Market Intelligence.
El estancamiento ya se siente
Total que el estancamiento económico ya se nota en Estados Unidos y México. Banxico parece más preocupado por agradar al presidente de la República –quien gusta de presumir un tipo de cambio muy bajo– que en lograr la solidez financiera de largo plazo del país y del peso.
Pero, como le digo, esto provocará que la fiesta del tipo de cambio fuerte se mantenga para beneficio de aquellos que le sepan (sepamos) sacar provecho, y para desgracia de todos aquellos –como los exportadores y los receptores de remesas, entre otros– que ven cómo sus ingresos son castigados innecesariamente por una política monetaria errónea.