Estas 13.000 denuncias, por el supuesto efecto cancerígeno del herbicida, alcanzaría un importe de 2.000 millones de dólares en sanciones. La resolución de dicho caso en contra de Bayer (DE:BAYGN) podría tener grandes consecuencias. Este efecto negativo intensificaría los gastos que la empresa está teniendo, principalmente, debido a sus procesos de compra y reestructuración, siendo lo que más influyó en la reducción del beneficio, de un 36,5%, en su última publicación de resultados del primer trimestre de 2019 en abril.
Estas denuncias perjudican a la compañía alemana a través de diferentes vías, que van desde la retirada del herbicida, hasta un aumento del riesgo reputacional. En el caso de la retirada del herbicida, Roundup, uno de sus productos estrella, supondría una disminución de sus beneficios con sus correspondientes repercusiones; y, por otro lado, afectaría a la imagen de la marca, con una posible disminución de sus ventas de otros productos, un aumento del coste de la deuda por aumentar la incertidumbre de su capacidad de pago, y quizás, una pérdida de su poder sobre proveedores, lo que haría que aumentase también sus deuda debido a un endurecimiento de las condiciones de los créditos comerciales de los mismos.
Por otro lado, viendo por encima los últimos resultados publicados con respecto a los del año anterior, la compañía alemana ha sufrido un empeoramiento de su nivel de liquidez, pero sin llegar a ponerla en cuestión. En cuanto a su capacidad de generación de flujo de caja a partir de sus ventas, logró un pequeño aumento, pero no fue así en su margen bruto y operativo, donde obtuvo una disminución del 5% en ambos, alcanzando un 24,11% y un 14,98%, respectivamente.
Bien es verdad que diversas autoridades que han acreditado el producto niegan haber encontrado indicios de efectos cancerígenos del herbicida. Pero en caso de que la denuncia falle en contra de la empresa, esta podría sufrir graves consecuencias en su actividad, por lo que la resolución del caso será crítica para su evolución.
Respecto a su cotización, se encuentra dentro de una tendencia bajista desde abril de 2015, habiendo construido suelo en 52 euros a principios de junio y con una corrección al alza que le ha llevado a abrir un hueco entre 56,74 y 59. Esto refleja un impulso alcista que muestra una amenaza de la última tendencia bajista, encontrándose en una zona de congestión entre 60,00 euros y 62,70.
En el caso de que salga de la zona de congestión rompiendo la resistencia, si alcanza una cotización por encima de los 65,50, podría estar indicando cambio de tendencia, pero si no lo consigue continuaría con su tendencia bajista con objetivo en el suelo anterior. En estos momentos, se encuentra subiendo en torno a un 1,50%, situándose en alrededor de 61,90.