El Banco Central Europeo (BCE) está dispuesto a relajar aún más su política monetaria en marzo, dijo el lunes su presidente Mario Draghi, resaltando los riesgos por la volatilidad de los mercados globales, una ralentización del crecimiento de la economía mundial y los bajos precios del petróleo.
El BCE examinará los riesgos relativos al menor crecimiento de las economías emergentes y estudiará si el desplome de los precios del petróleo, sumado a la turbulencia de los mercados, podría hacer estériles sus esfuerzos por acelerar la inflación, sostuvo Draghi ante el Parlamento Europeo.
La entidad no ha cumplido por tres años con su meta de que la inflación esté cercana al 2 por ciento, y sus funcionarios temen que otro fracaso en el intento de hacer subir los precios dañe la confianza en el banco, haciendo su política monetaria estéril y dejando a Europa atrapada en un espiral en el que los precios no aumentan.
“En primer lugar, vamos a examinar la resistencia del paso de una baja inflación importada a los salarios domésticos, la formación de precios y a las expectativas de inflación”, dijo Draghi ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo.
“En segundo lugar, a la luz de las recientes turbulencias financieras, vamos a analizar el estado de transmisión de nuestros impulsos monetarios para el sistema financiero y, en particular, para los bancos”, dijo Draghi. “Si cualquiera de esos dos factores conllevan riesgos a la baja para la estabilidad de los precios, no dudaremos en actuar”, añadió.
Semanas de incremento en la volatilidad de los mercados han revertido gran parte del impacto del alivio introducido por el BCE en diciembre, aumentando la presión sobre los bancos para una mayor relajación de la política monetaria en marzo.
Advertencias previas habían apuntado a los riesgos para la estabilidad de precios, pero una baja de más de 20 por ciento desde inicios de año en las acciones de los bancos de la zona euro podría elevar el costo de capital para las instituciones financieras.
Lo anterior podría frenar el crédito y reducir la efectividad del alivio cuantitativo del BCE por 1,5 billones de euros (1,7 billones de dólares).
El euro se debilitó contra el dólar debido a los comentarios de Draghi pero mantiene un avance del 2,5 por ciento en lo que va del año, lo que reduce la inflación importada y neutraliza algunos de los esfuerzos del BCE de expandir su política monetaria.
Aunque el jefe del BCE reconoció los desafíos del sector bancario y dijo que el desplome de las acciones también refleja un panorama para la economía más débil del esperado, aseguró que el sector estaba más fuerte después de la crisis europea.
“La situación en el sector bancario ahora es muy diferente a la que había en 2012”, comentó Draghi. “Pero lo más importante, tal vez, es que los bancos de la zona euro han fortalecido significativamente sus posiciones de capital en los últimos años, sobre todo como consecuencia de la Evaluación Amplia realizada en 2014”, agregó.