La creciente probabilidad de que Michel Temer -un político de centro considerado más cercano a los empresarios- se convirtiera en presidente ha impulsado el índice de acciones brasileñas Bovespa un 22 por ciento y al real un 12 por ciento frente al dólar, en lo que va del año.
Temer, que asumirá el mando después de que el Senado se pronunció en favor de un juicio político contra Rousseff, anunciará su nuevo gabinete el jueves, incluyendo a un nuevo ministro de Hacienda.
Rousseff fue suspendida para enfrentar un juicio por cargos de manipulación de cuentas públicas. Su popularidad se ha visto duramente golpeada por un extensa investigación de un esquema de sobornos en la estatal Petrobras (NYSE:PBR), desplegado cuando ella se desempeñaba como presidenta de la compañía.
En su fondo latinoamericano, BlackRock (NYSE:BLK) -el gestor de activos más grande del mundo- hizo lo que el administrador de carteras William Landers llamó “un enorme cambio” desde infraponderar a Brasil en marzo a sobreponderar.
El amplio déficit fiscal en Brasil, sin embargo, será una lucha importante para el Gobierno interino, lo mismo que los esfuerzos por sacar al país de su peor recesión desde la década de 1930.
Las preocupaciones económicas del país son tan profundas que incluso con un mejor ambiente político podrían ser “insalvables”.
Tras el fuerte rally iniciado a comienzos de año, el índice Bovespa se encuentra testeando una importante zona de resistencia en torno a los 54.000 puntos, representada por el límite superior del canal bajista de largo plazo.
Por su parte, los indicadores técnicos RSI y MACD muestran claros signos de agotamiento en torno a niveles de sobrecompra, lo que podría gatillar cierre de posiciones largas por toma de ganancias y presionar a las acciones de Brasil en busca del próximo soporte en la zona de los 50.000 puntos.
Gráfico Bovespa (cierres semanales)