- Fitch bajó la calificación de Brasil, aún en grado de inversión, pero con perspectiva negativa
- Fitch bajó la calificación de la deuda soberana de Brasil de BBB a BBB-, con perspectiva negativa
- Esta baja en la calificación de Fitch vino después de que Moody’s lo hiciera en agosto y S&P en septiembre
- No obstante, con esta calificación, Brasil todavía mantiene el grado de inversión con Fitch
- Preocupa la situación fiscal y el deterioro de las perspectivas económicas
- No descartamos que Moody’s y Fitch retiren el grado de inversión a Brasil, como ya lo hizo S&P, en el 2016
Fitch bajó la calificación de la deuda soberana de Brasil de BBB a BBB-, con perspectiva negativa. Este es el primer movimiento que hace Fitch a la calificación después de haberla incrementado de BBB- a BBB en abril del 2011. Brasil mantiene el grado de inversión por parte de Fitch, pero se ubica sólo un nivel arriba del grado de especulación. Este movimiento se da después de que el 9 de septiembre, S&P quitara el grado de inversión a Brasil y dejara la perspectiva en negativa (ésta fue la segunda baja en la calificación por parte de S&P durante la administración de Dilma Rousseff; la primera fue en marzo del 2014). Cabe recordar que el pasado 11 de agosto, Moody’s también bajó la calificación de la deuda soberana de Brasil de Baa2 a Baa3, manteniéndola todavía en grado de inversión y con la perspectiva en “estable”. El último movimiento que había hecho Moody’s a la calificación había sido al alza de Baa3 a Baa2 en junio del 2011.
Preocupa la situación fiscal y el deterioro de las perspectivas económicas. De acuerdo con Fitch, la baja en la calificación refleja la creciente carga de la deuda del gobierno de Brasil, los retos en términos de la consolidación fiscal y el deterioro de las perspectivas de crecimiento económico. El difícil entorno político está obstaculizando el progreso en la agenda legislativa del gobierno y creando un entorno negativo para la economía en general.
Perspectiva negativa apunta a una posible nueva baja en la calificación. La perspectiva negativa que mantiene Fitch de la calificación refleja su expectativa de que es probable que persista el mal desempeño económico y fiscal, mientras que la incertidumbre política podría seguir pesando sobre la confianza, retrasando un cambio de tendencia en la inversión y el crecimiento y aumentar los riesgos para la consolidación fiscal a mediano plazo necesaria para la estabilización de la deuda. De acuerdo con Fitch, los principales factores que podrían llevar a una rebaja son: (1) Que continúe la debilidad en términos de crecimiento económico o dificultad en la consolidación de las cuentas fiscales que conduzcan a continuos aumentos en la carga de la deuda pública; (2) que se mantengan los riesgos políticos y de gobernabilidad afectando la conducción de la política económica y deteriorando la confianza y las perspectivas de crecimiento; y (3) erosión de las reservas internacionales y deterioro de la composición de la deuda pública.
¿Qué espera Fitch de las cuentas fiscales? Fitch proyecta que el déficit público se deteriorará a cerca de 9% del PIB en 2015. Esperan déficit fiscales durante 2016-17 en niveles elevados de más del 6% del PIB. Anticipan que el gobierno va a tener dificultades para llegar a sus metas de superávit primario fijadas en 0.7% y 1.3% del PIB, en 2016 y 2017, respectivamente. Fitch prevé un saldo primario de 0% en 2016 y un superávit de 0.5% del PIB en 2017, pero ve riesgos a la baja. Como resultado, Fitch pronostica la deuda pública cerca del 70% del PIB en 2016 (muy por encima de la mediana de 'BBB' del 43%) y seguirá aumentando en 2017. Por su parte, en 2015 y 2016, Fitch prevé que la economía de Brasil se contraerá 3% y 1%, respectivamente, antes de registrar un crecimiento modesto en 2017, con riesgos sesgados en gran medida a la baja.
Proyecciones similares a las que utilizó S&P. Cuando S&P quitó el grado de inversión a Brasil, explicó que espera que el balance primario se ubique en 0% del PIB en el 2015 y en -0.3% del PIB en el 2016. Mientras tanto, estima que el déficit total del gobierno se ubique en promedio en 8% del PIB en 2015 y 2016 para bajar a 5.9% del PIB en el 2017, lo que se compara con un déficit de 6.1% del PIB en el 2014. En cuanto al crecimiento económico, S&P espera una contracción del PIB este año de 2.5% y de 0.5% en el 2016.
En nuestra opinión, es probable que Fitch y Moody’s bajen nuevamente la calificación de Brasil el próximo año ubicándola en grado especulativo. Las razones detrás del deterioro en las perspectivas tienen que ver con las restricciones políticas para poder avanzar en los cambios que se requieren, y en que se percibe una menor convicción para implementar el ajuste fiscal, y con ello, llevar la dinámica de la deuda del sector público a un patrón sostenible. Lo anterior deja abierta la puerta a futuras bajas en la calificación de la deuda soberana. Moody’s y Fitch aún mantienen a Brasil en grado de inversión y consideramos probable que bajen la calificación durante el próximo año.