Cierre de Wall Street: Entre el empleo y los bancos, Nueva York se dispara y el Nasdaq acaba en récord.
Sí, hubo rally. Y lo hubo por dos motivos: por un lado, porque el dato de empleo fue el idóneo para los mercados, ése que sugiere una economía boyante y con un ritmo de creación de puestos de trabajo muy firme, pero que al mismo tiempo indica que existe capacidad ociosa, que los salarios crecen poco, y que no hay presiones fuertes por el lado de los costos del empleo como para que se traduzca en una mayor inflación que fuerce a la Fed a reaccionar subiendo las tasas antes y con más agresividad de lo inicialmente previsto; y por otro, porque el sector financiero se disparó al constatarse que, en efecto, el presidente Donald Trump pretende desmantelar toda la regulación que Barack Obama levantó sobre el sector, la ley Dodd-Frank. La orden ejecutiva exige al Tesoro elaborar un reporte en un período de 120 días sobre posibles cambios a la regulación financiera.
Entre el dato de empleo, que impulsó a los sectores más cíclicos, a esos más relacionados con una actividad económica más robusta como el sector energético (+0.9%), el tecnológico (+0.6%) y el de consumo discrecional (+0.4%), y las órdenes ejecutivas que empezaban a dar marcha atrás en la regulación a los bancos y que hizo volar al sector financiero (+1.7%), Wall Street cerró la semana con fuertes subidas. Entre los bancos, Bank of America (NYSE:BAC) se disparó un 2.5%, Citigroup (NYSE:C) un 3.3%, Goldman Sachs (NYSE:GS) un 4.6% y JP Morgan (NYSE:JPM) un 3.1%.
En consecuencia, en la jornada de hoy, el Dow trepó un 0.94% y fue su mejor jornada del año, para cerrar de nuevo por encima de los 20,000 pts, en los 20,071.46 pts, en al mejor jornada del Dow durante este 2017. El Nasdaq se elevó un 0.54% a los 5,666.77 pts y cerró en un nuevo récord histórico. Y el S&P’s 500 ganó un 0.73% a los 2,297.42 pts, tocando con la punta de los dedos su récord. Con estos aumentos, Wall Street logró enjugar las pérdidas que se habían acumulado a lo largo de la semana y cerró mixto, con pocos cambios. Para lo que llegamos de año, el Dow Jones se ha elevado un 1.6%, el S&P’s 500 un 2.6% y el Nasdaq un 5.3%.
El comportamiento de la tasa del bono de 10 años de Estados Unidos fue más errático. Tras conocerse el dato de empleo, sobre todo la tasa anual del componente de remuneraciones por hora de trabajo, la cual pasó de 2.8% en diciembre a 2.5% en enero, la tasa de rentabilidad se redujo de 2.48% a 2.42%. Sin embargo, el presidente de la Fed de San Francisco, John Williams, advirtió en una entrevista que hay “argumentos” para subir las tasas en la reunión de marzo. Eso hizo que el bono de 10 años borrara las ganancias y la tasa repuntara de nuevo a 2.48%. Al final, cerró en 2.47%, sin cambios respecto al cierre de ayer.
El dólar también se movió al compás de los comentarios de Williams: se depreció con el dato de empleo pero luego ganó terreno. Aunque el índice del dólar spot de Bloomberg cedió hoy apenas un 0.1%, se ha debilitado en las últimas seis semanas, su peor racha desde 2010, depreciándose en esta última un 1.2%.
Las expectativas de un robustecimiento de la actividad económica junto con las tensiones que jhan emergido con Irán impulsó el precio del barril de crudo: el barril de WTI se incrementó un 0.6% a 53.84 dólares en tanto el Brent aumentó un 0.5% a 56.82 dólares. También se apreció ligeramente el oro y la plata, si bien el cobre se hundió un 2.6%.
Una de las perdedoras de la jornada de hoy fue Amazon: terminó la jornada con una caída de 3.5% luego de que defraudara su reporte trimestral.