El gran acontecimiento tendrá lugar el viernes. Trump será investido como el 45 presidente de Estados Unidos. Sus promesas consisten en espolear el crecimiento económico a través de una política fiscal expansiva (recorte de impuesto y gasto en infraestructura), deshacer el Obamacare, desregularizar al sector financiero y energético, anunciar medidas proteccionistas, deportar a los inmigrantes ilegales y construir un muro con México.
Además, será la semana del Foro Económico Mundial en Davos. Ese foro es el gran paradigma de la globalización y el libre comercio, y ha sufrido dos serios reveses el año pasado: el Brexit y la victoria de Trump. Por tanto, tendrán que replantearse la conducción de la globalización, teniendo en cuenta la creciente desigualdad y descontento político. El problema, ahora, parece ser la globalización.
En los datos económicos, la atención se concentrará en la inflación. Es de esperar que los precios se aceleren como consecuencia del aumento de los precios del crudo y, por tanto, de los combustibles. Cuidado, porque en diciembre tanto la tasa anual de la inflación general como de la subyacente se puede ubicar por encima de 2.0%, lo que pondrá presión sobre la Fed. Ese dato se publicará el miércoles, el mismo día que tendremos la producción industrial, que se espera aumente un 0.6% en diceimbre. El jueves habrá reunión del Banco Central Europeo.
En la temporada de reportes corporativos, los ojos estarán puestos en algunos grandes emblemas como General Electric (NYSE:GE) e IBM (NYSE:IBM), así como algunas otras entidades financieras como Goldman Sachs (NYSE:GS) y Morgan Stanley (NYSE:MS).
Finalmente, no hay que olvidar que el lunes el mercado está cerrado por el feriado de Martin Luther King.