A pesar de la recuperación que mostraron los precios de los bonos en Estados Unidos, la mayoría de los mercados bursátiles en el mundo cerraron en terreno negativo, incluyendo los tres principales índices bursátiles de Wall Street, que registraron una pérdida promedio de 0.94%, encabezados por el Nasdaq que cayó 1.12%.
Estos movimientos se le atribuyen a la aversión al riesgo ante la tercera ola de nuevos contagios por Covid-19 en Europa, y a la expectativa de menor crecimiento económico, por lo que los inversionistas buscaron activos de bajo riesgo (bonos) reflejándose también en un fortalecimiento del dólar, el cual registró una apreciación de 0.73% frente a la canasta de seis monedas, medida por el índice DXY que cerró en 92.41 puntos.
El temor de un menor crecimiento en Europa también se reflejó en los precios del petróleo y el gas, metales preciosos e industriales, principalmente.
Por su parte, Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, volvió a señalar que el alza de la inflación es coyuntural, y en cierto modo consideramos que la mayor expectativa de crecimiento de la economía este año en Estados Unidos, obedece en gran parte a un “rebote” después de la caída en 2020, y por consecuencia también la inflación. Sin embargo, mientras el mercado de bonos no se estabilice, continuará la volatilidad en otros mercados financieros.
En México, la Bolsa medida por el índice S&P/BMV IPC mantiene la tendencia descendente iniciada el pasado 17 de marzo, acercándose a su promedio móvil de un mes ubicado en 46,350 puntos, que en caso de perforarlo podríamos ver una caída hasta 45,500 donde tiene su media móvil de 50 días, como un primer objetivo.
El tipo de cambio, también se vio presionado por el alza del dólar, cerrando $20.769 con pérdida de 0.92%, con lo que también deja señales de debilidad que podrían llevarlo a un primer objetivo de $21.00 donde tiene una resistencia psicológica.