El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, se ha despedido del Parlamento Europeo defendiendo las últimas decisiones de política monetaria que incluyeron una rebaja de la tasa de depósito al -0,5% y a la reactivación del programa de compra de deuda.
El banquero italiano, que abandona el cargo el próximo 31 de octubre, ha dicho que los últimos datos económicos “no muestran signos convincentes de un repunte del crecimiento en el futuro próximo” y ha advertido que el BCE todavía tiene margen de maniobra para ser más agresivo con su política acomoditicia.
Draghi deja la presidencia del BCE desplegando todo un arsenal para esquivar la amenaza de próxima recesión y reforzar el mensaje que la institución todavía irá más allá si es necesario. “Mirando hacia delante, los recientes datos y los indicadores a futuro -como los nuevos pedidos de exportaciones de manufacturas- no muestran signos convincentes de un repunte del crecimiento en la eurozona y los riesgos para la perspectiva de crecimiento siguen estando inclinados a la baja”, ha dicho Draghi en su última comparecencia ante la Comisión de Economía del Parlamento Europeo.
El presidente del banco ha defendido que el último paquete de estímulos, que incluyó un recorte de las tasas depósitos al -0,5%, compras mensuales de 20.000 millones de euros de deuda y un retraso de la guidance hasta mediados de 2020, es “indispensable” ante los riesgos a la baja más persistentes y un nuevo retraso en el objetivo de inflación.”Seguimos estando preparados para ajustar todos nuestros instrumentos si está justificado por la previsión de la inflación”, ha remarcado el presidente saliente del BCE dejando a su sucesora, Christine Lagarde, la puerta abierta para que siga profundizando en la política de tipos negativos.
Draghi se ha detenido en explicar el objetivo de inflación simétrico en el 2%. En la práctica, supondrá que este nivel podrá ser superado para estabilizar los precios sobre la meta establecida con mayor flexibilida, para evitar los errores pasados. Con Jean Claude Trichet, el BCE comenzó a elevar tipos interés cuando el precio de las materias primas impulsaron los precios por encima del 2%.
“El Consejo de Gobierno quiere asegurarse de que el proceso de convergencia de la inflación sea lo suficientemente maduro y realista antes de comenzar a subir las tasas”, ha indicado subrayando la importancia de la inflación subyacente, que no tiene en cuenta el precio de la energía y alimentos perecederos por su volatilidad.
“Nuestra guía mejorada ayuda a reducir la incertidumbre sobre la trayectoria esperada de las tasas de interés en el corto a mediano plazo y asegurará que las condiciones financieras se ajusten en línea con la dinámica de la inflación”, ha insistido. Y ha advertido de que la flexibilización en la inflación permite “tener más espacio para reducir aún más los tipos si es necesario”.
Draghi ha ensalzado las virtudes del paquete integral lanzado por el BCE. “Los diferentes elementos se reforzarán mutuamente para apoyar condiciones de financiamiento favorables para las empresas y los hogares, lo que sostendrá la inversión y el consumo. A su vez, un mayor gasto de las empresas y los hogares respaldará la dinámica de la inflación y garantizará que converjan de manera duradera con nuestro objetivo”, ha explicado.
Y ha señalado que la política monetaria debe “permanecer altamente acomodaticia por un período prolongado de tiempo”.