La economía de Estados Unidos podría perder impulso luego de un sólido desempeño en el trimestre que termina, debido a que la amenaza de una guerra comercial global aumenta la probabilidad de una recesión en los próximos dos años, mostró un sondeo de Reuters.
El Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos se expandiría un 2,9 por ciento en promedio en 2018, según una consulta a más de 110 economistas realizada entre el 19 y el 25 de junio, mayor a lo proyectado en mayo y su nivel más alto desde que el sondeo comenzó para el período en mayo del 2016.
Para el trimestre actual, la economía se expandiría a un ritmo anualizado de un 3,7 por ciento, por sobre el 3 por ciento pronosticado hace un mes. Si se cumple el pronóstico, sería la mayor tasa de crecimiento desde el segundo trimestre del 2015.
Pero probablemente ese sería el punto cúspide, ya que los analistas esperan que el crecimiento en la economía se desacelere gradualmente en los próximos dos años.
La probabilidad de recesión en los próximos dos años aumentó a una mediana de un 35 por ciento en el último sondeo, frente a un 31 por ciento de hace un mes. Los pronósticos variaron desde un 15 por ciento hasta un 75 por ciento.
El alza se debió en parte a las crecientes preocupaciones sobre el retroceso de la industria estadounidense y la economía en general debido a las batallas comerciales del presidente Donald Trump, que ahora eclipsan el optimismo sobre el impulso proveniente de agresivos recortes de impuestos aprobados a finales del año pasado.
“Nuestros cálculos sugieren que una gran guerra comercial llevaría a una reducción significativa del crecimiento. Un declive en la confianza y trastornos en la cadena de suministro podrían amplificar el choque comercial, llevando a una recesión”, escribieron en una nota a clientes los economistas de BofA Merrill Lynch Joseph Song y Stephen Juneau.
Por ahora, sólo una décima parte de casi 60 economistas estiman una probabilidad de recesión mayor de 50 por ciento en dos años.
Las previsiones de crecimiento promedio del PIB para el próximo año y el 2020 fueron comparativamente menores, a un 2,5 por ciento y 1,8 por ciento, respectivamente, pero en general casi sin cambios desde el sondeo previo.
La perspectiva de un crecimiento más moderado llega en momentos en que hay un cambio global en las políticas monetarias de los bancos centrales que se aleja del estímulo de la era de la crisis financiera.
Este mes, el Banco Central Europeo se comprometió a cerrar para fin de año su programa de compra de bonos de más de 2,5 billones de euros y el Banco de Inglaterra parece estar listo para elevar las tasas relativamente pronto.
La Fed, por su parte, elevó la tasa de fondos federales en junio en 25 puntos básicos a 1,75-2,00 por ciento, lo que llevó las tasas de interés encima de la inflación por primera vez en más de una década, y está lejos de detenerse.
El banco central estadounidense señaló dos aumentos adicionales este año, más que las proyecciones anteriores. Si eso se concreta, acumulará un total de cuatro alzas de tasas en el 2018, una opinión sostenida por economistas en las encuestas de Reuters desde marzo.
Casi el 85 por ciento de los más de 100 economistas pronostican que la tasa de fondos federales fluctuará en un rango de 2,25 y 2,50 por ciento para fines del 2018.
Luego se espera que la Fed suba las tasas dos veces más en 2019, de acuerdo con alrededor del 90 por ciento de una muestra de más de 70 economistas. Pero eso está por debajo de los tres sugeridos para el próximo año en los pronósticos de la Fed.