Las monedas de los países emergentes están encajando especialmente mal la crisis económica derivada de la pandemia de coronavirus.
El real brasileño se ha devaluado un 30% frente al dólar desde mayo y el peso argentino acumula un desplome que lo ha llevado a cambiarse a 72,80 por dólar, aunque el paralelo (o que tienen acceso sin limite los ciudadanos cotiza por encima de 125).
Esta situación contrasta con los volúmenes de comercio de bitcoin en estas regiones, que ha recibido un fuerte impulso en las jornadas recientes.
Argentina, en particular, ha visto un crecimiento del 169% en el comercio con bitcoin en los últimos dos meses. El gobierno de Argentina anunció hace una semana que llegó a un acuerdo con los acreedores para reestructurar la deuda soberana de 65.000 millones de dólares, lo que pone punto y final a meses de negociaciones plagadas de estancamientos y desacuerdos. La tercera economía más grande de América Latina, que ya está en quiebra, ha dejado en mora miles de millones de dólares en bonos, ya que su economía se ha visto afectada por la pandemia de coronavirus.
El aumento de la pobreza y el desempleo, así como el incremento de las tasas de interés en medio de una recesión que ya alcanza dos años, había sumido al país de aproximadamente 45 millones de habitantes en graves dificultades financieras incluso antes de que el virus golpeara su economía. El 22 de mayo, Argentina comunicó el noveno incumplimiento de deuda soberana, después de no recibir el pago de los intereses vencidos.
El caso brasileño es menos catastrófico, aún así se estima una caída del PIB del 5,62% por el impacto de la pandemia y la moneda ya ha perdido un 30% de su valor en tres meses. El comercio de bitcoins en este país se ha elevado un 20% al calor de la pandemia. En Turquía, donde la lira ha perdido un gran valor en las últimas semanas, pese a las intervenciones desesperadas de su banco central para apuntalar la moneda, ha subido un 5%.