Tras el rally de ayer, ejecutado después de los atentados del viernes en París, Wall Street fluctuó con escasos cambios a lo largo de la jornada de hoy. Las empresas minoristas y las energéticas coparon en buena medida el protagonismo. El Dow Jones no da buena idea de lo sucedido: las dos mejores acciones de la jornada, entre las “blue chips” del Dow, fueron Home Depot (N:HD) y Wal-Mart (N:WMT), la tercera y primera minorista de Estados Unidos por ingresos. Las peores fueron Caterpillar (N:CAT), cuyas ventas de maquinaria pesada para proyectos petroleros y minero se han desplomado ante la crisis del sector, y Exxon Mobil (N:XOM). Chevron (N:CVX) también registró marcadas pérdidas. Por tanto en ese tira y afloja entre minoristas y empresas del sector de materias primas se movió el mercado, acabando prácticamente en tablas.
Al cierre de la sesión, el Dow Jones se apreciaba un 0.04% a los 17,489.50 pts mientras que el Nasdaq se elevaba un 0.03% a los 4,986.02 pts. El S&P’s 500, sin embargo, retrocedía un 0.13% a los 2,050.414 pts.
El auge de los minoristas se debió a los buenos resultados de Wal-Mart, Home Depot o al tienda de ropa de moda TJX. Las tres reportaron mejor de lo previsto y confirmaron que el gasto de consumo privado es el gran bastión de la economía americana, ese sector que ha trepado en torno a un 3.0% o más en cinco de los últimos seis trimestre. Así, Home Depot trepó uin 4.2%, TJX un 4.0% y Wal-Mart un 3.8%. También en ese sector, Netflix se disparó un 4.9%, lo que significa una ganancia acumulada de 13% en dos días luego de que se supiera que el multimillonarios inversionistas George Soros compró en torno a 300,000 acciones durante el tercer trimestre.
Sin embargo, el rally de las materias primas de ayer, que sirvió para espolear las ganancias en Wall Street, se revirtió hoy. Los futuros del WTI se despeñaron un 2.4% para terminar en los 40.74 dólares en tanto los del Brent se hundieron un 2.0% para concluir en los 43.67 dólares. Además el cobre se deprimía un 1.0%, ahora que coquetea con los mínimos de seis años, y el aluminio un 1.6%. Chesapeake Energy se desplomó un 8.1%, Schlumberger un 1.9%, Exxon Mobil un 1.1% y Chevron un 0.3%.
El resultado fue que mientras el sector minoristas (+0.2%) sostenía las ganancias del S&P’s 500 junto con el sector de telecomunicaciones (+0.3%) y salud (+0.4%), el de energía (-1.2%) impedía el alza del índice junto con el sector de servicios básicos (-1.9%).
En los datos económicos, los resultados fueron mixtos: la actividad industrial, que se ha visto golpeada por el sector minero y petrolero ante el derrumbe en el precio de las cotizaciones, y por la manufactura, que se está enfriando por la fortaleza del dólar y el debilitamiento de las exportaciones, volvió a deprimirse. Sin embargo, la inflación empieza a repuntar ante el dinamismo del consumo y el surgimiento de presiones salariales debido a un mercado laboral cada vez más apretado.
La producción industrial se contrajo un 0.2% en octubre respecto al mes previo, lo que ya significa la segunda caída consecutiva en la actividad (en septiembre también se redujo un 0.2%). Con eso, la tasa anual apenas es de 0.3%, lo que significa un estancamiento de la actividad industrial cuando apenas en enero se expandía a tasas de 4.5%.
La manufactura, con una expansión de 0.4% sigue mostrando un comportamiento aceptable, sobre todo en lo que se refiere a vehículos de motor y autopartes. Sin embargo, un inicio templado del invierno, en parte debido a “El Niño”, hizo que el sector de servicios públicos se contrajera un 2.5% respecto a septiembre, y el de minería un 1.5%. En términos anuales, la manufactura creció un 10.9%, en tanto el sector de servicios públicos se contrajo un 1.5% y el de minería, en una profunda recesión, cayó un 6.9%.
Pero aunque la actividad industrial no va del todo bien, el consumo sigue impulsando a la economía y esa circunstancia, junto con la aparición de presiones inflacionarias, puede significar que la Fed suba las tasas en diciembre. El índice general aumentó un 0.2% en octubre, en contraste con una caída de 0.2% en el mes previo. Eso hizo que la tasa anual mejorara ligeramente de una lectura de 0.0% en septiembre a 0.1% en octubre.
En lo que se refiere a la inflación subyacente, la inflación, por segundo mes consecutivo aumentó un 0.2%, lo que deja la tasa anual sin cambios en 1.9% por segundo mes consecutivo, un nivel muy cercano al objetivo de 2.0%. A principios de año, la tasa anual se ubicaba en torno a 1.6%.
Por tanto, todo parece indicar que Estados Unidos está listo para recibir un alza de tasas en la reunión de diciembre. El mercado incorpora una probabilidad del 64% en los contratos de futuros a un aumento de tasas en la reunión de diciembre.
Pero el hecho de que el mercado aguantara luego del formidable rally de ayer y los atentados terroristas del viernes hace pensar que el impacto económico de los trágicos sucesos parisinos será bastante endeble. La agenda de mañana incluye los inicios de casas y permisos de construcción de octubre en tanto la Fed publicará las minutas de su última reunión de política monetaria.