Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
Faltan poco más de dos semanas para el simposio de Jackson Hole de la Reserva Federal y los inversores compran dólares estadounidenses sobre la base de la premisa de que la Fed preparará el escenario para una expansión cuantitativa gradual en septiembre. La economía de Estados Unidos ha repuntado este verano a medida que iban aumentando las vacunas. El sólido informe de empleo no agrícola de la semana pasada selló el acuerdo para las apuestas sobre el ajuste de la política monetaria. Los precios al consumo se publicarán este miércoles y una cifra positiva reforzaría las expectativas de una expansión cuantitativa en otoño, lo que impulsaría al dólar. El par USD/JPY, que registró máximos de tres semanas, podría ampliar sus ganancias hacia el nivel de 111, mientras que el EUR/USD, que cayó hasta su cota más baja desde abril, podría seguir bajando hacia 1,16.
Dicho esto, los traders deberían estar preparados para un posible descenso del IPC de Estados Unidos. El mes pasado, los precios al consumo subieron a su ritmo más rápido en casi 13 años y tras un aumento tan rápido, es probable que se desacelere. Los precios de la madera, que registraron máximos históricos de 1.515 dólares a finales de mayo, han caído un 69% (ver el gráfico de abajo). Los precios de los automóviles usados también cayeron un 2,6% en términos mensuales en julio, según el Índice de Vehículos Usados de Manheim, que analiza más de 5 millones de transacciones de vehículos usados anualmente. Se sigue esperando que el IPC suba a medida que las empresas transmitan el aumento de los costes a aquellos dispuestos a asumir los precios, pero en términos anuales e incluso mensuales, el ritmo de crecimiento debería desacelerarse ligeramente.
La pregunta entonces es cuánto afectaría una desaceleración monetaria a la Fed y a su vez al dólar estadounidense. La respuesta es muy poco. El banco central cree que las presiones sobre los precios son transitorias, por lo que un crecimiento más lento validaría su opinión. Además, cualquier desaceleración probablemente será irrelevante, por lo que, en su mayor parte, la tendencia alcista del dólar debería permanecer intacta.
El par EUR/USD se desplomó hasta mínimos de cuatro meses tras los resultados de la encuesta del Zew de Alemania. Aunque el índice de condiciones actuales mejoró de 21,9 a 29,3, el componente de expectativas cayó por tercer mes consecutivo. El descenso de 63,3 a 40,4 fue mucho mayor de lo esperado. A los inversores les preocupa que la variante Delta pueda causar una desaceleración de la caída en Alemania. La moneda que mejor actuación ha ofrecido ha sido el dólar australiano, que ni se inmutó ante una fuerte disminución de la confianza empresarial y el aumento de las restricciones en Australia. El Gobierno ha ampliado el confinamiento a causa del COVID a áreas rurales a las afueras de Sídney ante la preocupación en torno a que el virus se haya propagado más allá de los límites de la ciudad.