El FMI dio a conocer los resultados de la Consulta del Artículo IV de México para 2015. El FMI evalúa cada año la situación económica de sus países miembros, considerando aspectos macroeconómicos, financieros y otros elementos que afectan a la economía de un país. Con ello elabora un informe que es presentado ante su Directorio Ejecutivo. En este sentido, se destaca que a pesar de que en el último año, México ha enfrentado un entorno global complejo con incrementos de la volatilidad en los mercados financieros y fuertes caídas en los precios del petróleo, la economía mexicana continúa creciendo a un ritmo moderado y las presiones por salidas de capitales han sido limitadas.
Destaca el progreso alcanzado en la implementación de las reformas estructurales. El FMI subrayó los beneficios inmediatos logrados con la implementación de las reformas estructurales en nuestro país. Entre otros, se mencionó un incremento en la inversión, en especial en los sectores de telecomunicaciones y de energía; un mejor otorgamiento de crédito, debido a una mayor competencia y protección a los usuarios del sector bancario; una reducción en los precios de los servicios de telecomunicaciones y menores incrementos en los precios de energéticos. Asimismo, la directiva estima que la implementación de las reformas estructurales a mediano plazo, contribuirá a un mayor producto interno bruto potencial.
El FMI resalta que la postura acomodaticia de la política monetaria es apropiada, así como la incorporación de las reformas al marco de responsabilidad fiscal. Los Directores apoyaron el compromiso por parte del Banco de México de realizar ajustes a la política monetaria y estar preparados para sostener los efectos de posibles presiones inflacionarias. Sin embargo, al menos en el corto plazo, consideran que la postura acomodaticia de la política monetaria continúa siendo apropiada derivado de la holgura que existe en la economía y de la ausencia de presiones en los precios y salarios. Con ello destacaron que: (1) la inflación general se ha mantenido por debajo del 3%; (2) las expectativas de inflación se encuentran ancladas; y (3) las presiones inflacionarias estén contenidas.
Por otro lado, el plan de las autoridades de mantener un ajuste fiscal gradual, anticipa a reducir los requerimientos financieros del sector público a 4.1% del PIB para este año, de 4.6% en 2014. Mientras tanto, se espera que el déficit en cuenta corriente se amplíe a 2.25% en 2015, lo cual reflejaría una reducción en la balanza comercial de hidrocarburos. Cabe destacar, que los Directores aplaudieron el compromiso del gobierno federal de consolidar gradualmente las finanzas públicas y reducir la deuda pública como porcentaje del PIB. Referente a la situación estatal, destacaron la propuesta de un marco de responsabilidad fiscal para gobiernos estatales y locales. Los Directores sugirieron fortalecer aún más la Ley de Responsabilidad Fiscal en el futuro.
Dentro del comunicado se menciona que los bancos y otros intermediarios financieros permanecen sólidos. Respecto al sector financiero, los Directivos sugirieron un riguroso monitoreo al apalancamiento de las empresas, un mayor fortalecimiento del proceso judicial para el cumplimiento de contratos, una mejora al acceso del financiamiento y una calidad crediticia elevada (especialmente en la banca de desarrollo).
En resumen, los resultados indican que la implementación de las reformas estructurales aunado con la fortaleza del marco de políticas macroeconómicas atraerán la confianza de los inversionistas. La implementación de las reformas estructurales con fortaleza y constancia, son piezas clave para aumentar el crecimiento del PIB en un periodo de tiempo corto y mitigar el impacto de eventos adversos provenientes del exterior, subrayaron los Directivos.