El peso mexicano se deprecia por momentos a niveles cercanos a $17.65 spot, valores no registrados desde junio pasado. Los retrocesos no son exclusivos de la moneda mexicana, ya que a nivel global continúan reportándose caídas en los valores de los activos de mayor riesgo. Esto como reflejo de las preocupaciones sobre el posible impacto negativo en la economía mundial que tendrían las tasas de interés más altas durante más tiempo. Además, los inversionistas siguen con nerviosismo por un posible cierre del Gobierno estadounidense este 30 de septiembre dada la falta de acuerdo en el Congreso para la financiación de las agencias federales. Por el resto del día, el tipo de cambio podría fluctuar entre los $17.48 y $17.68 spot (el euro entre $1.050 y $1.058).
El mensaje lanzado recientemente por los bancos centrales de que las tasas de interés oficiales se mantendrán más tiempo del inicialmente previsto a niveles restrictivos, mensaje que han seguido reiterando en los últimos días varios miembros de los distintos comités de política monetaria de dichos bancos centrales, sigue incidiendo en el ánimo de unos operadores que temen que las autoridades monetarias, con sus políticas monetarias agresivas, acaben provocando la entrada en recesión de las principales economías desarrolladas.
En este sentido, el mercado de la deuda ha puesto a los inversionistas a la defensiva. En particular, los rendimientos de los bonos del tesoro estadounidense operan cerca de máximos desde el 2007.
Además, los operadores continúan deshaciéndose de acciones y monedas de economías emergentes y comprando dólares ante la inminente incertidumbre sobre si el gobierno estadounidense cerrará en tres días. Hay avances con respecto a un acuerdo de financiación a corto plazo de seis semanas, pero obtener la aprobación del Senado será un desafío.
Así, la agencia S&P ha avisado que Estados Unidos se encuentra en estos momentos en una posición de mayor debilidad que cuando rebajó su calificación crediticia soberana en 2011.
Los mayores inconvenientes llegan desde el Partido Republicano, donde el Freedom Caucus de la Cámara, un grupo de parlamentarios de línea dura, ha estancado las negociaciones al exigir recortes de gastos internos más pronunciados.
Lo más probable es que este tema termine resolviéndose de forma satisfactoria y ambos Partidos logren un acuerdo para evitar el shutdown, lo que le ayudaría a la moneda mexicana a tener un respiro en los próximos días y recortar parte de las pérdidas. También le podría beneficiar al peso un mensaje hawkish de Banxico en el anuncio de mañana jueves. Con ello, existen posibilidades de que la reciente presión sobre la moneda pueda aligerarse un poco hacia finales de mes y comienzos de octubre.
En materia económica, las órdenes de bienes duraderos de EUA rebotaron 0.2% en agosto, reponiéndose a la contracción de -0.5% de julio. Al excluir rubros como aeronaves y equipo militar, lo que sería un proxy de la inversión fija bruta, el crecimiento fue de 0.9%, muy por arriba de las expectativas.
Con relación a los commodities, la referencia WTI del precio internacional del petróleo avanza a los 92.50 dólares por barril después de alcanzar ayer un mínimo de dos semanas, mientras los inversionistas sopesan las expectativas de una oferta más ajustada frente a las preocupaciones sobre la demanda derivadas de un panorama económico incierto.
En México, las exportaciones perdieron fuerza al registrar una reducción mensual de 0.31% en agosto. Esta se originó de una disminución de 0.93 % en las exportaciones no petroleras y de un alza de 11.39 % en las petroleras. A tasa anual la variación fue positiva en 3.8%. Por su parte, las importaciones subieron 1.48% a tasa mensual, todavía beneficiadas por un tipo de cambio atractivo, aunque a tasa anual hubo un retroceso de -4.3%.
Las principales bolsas en el mudo operan con ligeras ganancias, en lo que podría ser un rebote técnico después de las fuertes caídas de los últimos días.