Wall Street terminó con pérdidas moderadas. Y se debió sobre todo al retroceso de las materias primas. Los indicadores económicos de Estados Unidos, en general, fueron flojos, lo que empieza a despertar suspicacias de que la Fed, tampoco en septiembre, tendrá que elevar las tasas de interés. Sin embargo, esa buena noticia se vio más que contrarrestada por otra mala jornada en los precios de las materias primas: el barril de WTI se hundió un 3.8% a 45.34 dólares y el del Brent se despeñó un 5.0% para terminar de nuevo por debajo de los 50 dólares, en 49.62 dólares, algo que no sucedía desde enero. También perdieron terreno, entre los metales preciosos, el oro, que bajó un 0.9% a 1,087 dólares, y la plata, que se hundió un 1.8% a 14.48 dólares. El cobre cedió un 0.8%.
En consecuencia, el sector petrolero del S&P 500 bajó un 2.1% y el de materiales básicos un 0.9%. Ellos fueron los dos peores sectores de la jornada, seguidos del tecnológico que cedió un 0.7% ante la caída de Apple (NASDAQ:AAPL), que entró en territorio de “corrección”. De los 10 sectores del S&P’s 500, cinco cerraron a la baja, cuatro con moderados ascensos y uno en tablas.
Al final de la sesión, el Dow Jones perdía un 0.52% para terminar en los 17,598.20 pts mientras que el Nasdaq cedía un 0.25% a los 5,115.38 pts. El S&P’s 500 caía un 0.28% a los 2,098.04 pts.
El panorama por el petróleo sigue siendo inquietante. Se espera que siga retrocediendo ante la sobreoferta que hay en el mercado. Por otro lado, los datos macroeconómicos de China siguen mostrando una economía que pierde impulso, lo que frenará la demanda de crudo por parte del segundo mayor consumidor de petróleo. Además, el otoño es estacionalmente la fase del año cuando menor es la demanda del petróleo una vez que se terminan las vacaciones del verano, se viaja menos y el calor remite. Además de la fuerte caída del petróleo y otras materias primas, con el impacto negativo que tuvo en los mercados, hubo algunos malos reportes corporativos como el de Tyson Foods Inc (NYSE:TSN): la empresa redujo sus expectativas de beneficios y la acción se hundió un 10%.
Sin embargo, la atención, en verdad, está depositada en el dato de empleo que se publicará el viernes. Ese dato dictaminará en buena medida si es preciso elevar las tasas en septiembre o si todavía es preferible esperar.